Fue fundado en 1759 por el arzobispo Raxoi como colegio para señoritas nobles. Clemente Fernández Sarela fue el encargado de realizar los planos. De planta cuadrangular y muros en sillería de granito, su fachada exterior se caracteriza por la pesadez, una gran sobriedad y su acusada horizontalidad. Sólo destacan los torreones laterales perforados por ventanales enrejados y la puerta principal, rematada por un frontón triangular que alberga el escudo del arzobispo, y sobre el que se disponen las figuras de S. Gabriel, la Asunción y S. Rafael. La iglesia, que se caracteriza por la ausencia de ornamentos, es de planta de cruz griega, con capilla mayor y nave en dos tramos, con coro alto sobre el vestíbulo. En el exterior, en la esquina derecha del edificio, se conserva un tímpano gótico (s. XIV), que procedería probablemente del convento de las clarisas que ocupaba anteriormente este terreno.