El patrimonio alado de la ciudad
La ciudad ocupa una gran loma que va de noreste a suroeste limitada a ambos lados por dos pequeños ríos, el Sar y el Sarela, que conservan un buen bosque de ribera en muchos tramos. Además, en su interior acoge numerosos parques y jardines de gran interés pues muchos de ellos datan de muchas décadas atrás con árboles de gran porte que, por lo tanto, pueden acoger muchas especies de aves diferentes.
Al contrario de otras ciudades situadas, por ejemplo, junto a una ría, Santiago de Compostela no tiene ningún gran humedal cercano aunque, sin embargo, sí podemos observar alguna ave acuática en el pequeño lago de uno de sus parques, el de la Música en Compostela, junto al Auditorio de Galicia. Las aves constituyen para la ciudad, un patrimonio oculto.