Turismo de Galicia

Es la más fácil de toda la red, comienza junto al aparcamiento y al punto de acogida y rodea el Campo de Golf.

A lo largo de su recorrido de casi 7 km se puede disfrutar de magníficas panorámicas, tanto de las rías de Pontevedra y de Arousa como de las sierras de O Morrazo y de O Barbanza. Algunos de los tramos discurren entre bosques de pinos por lo que es fácil encontrar setas o ver caballos en estado semi-salvaje paciendo entre los árboles. Un lugar digno de parada es el área recreativa O Castro, en el término municipal de Poio, donde la belleza del entorno se incrementa por las vistas del mar. En las proximidades de la aldea de A Escusa y de su curro, en el lugar de Tras do Foxo, la ruta comparte brevemente el trazado con la ruta 10.

La ruta une los molinos de Barrantes (Ribadumia) con el Monasterio Cisterciense de A Armenteira (Meis).

El trazado coincide en muchos con la afamada senda peatonal de la Ruta da Pedra e da Auga, por lo que los ciclistas deberán moderar su velocidad y ser precavidos con los transeúntes. Desde los molinos de Barrantes se asciende en unos primeros tramos de escasa dificultad al lado del río Armenteira hasta pasar por los reconstruidos molinos de O Serén y por el singular conjunto escultórico de la "Aldea Labrega" en Meis. El recorrido gana altitud y dificultad en el último tramo, separándose del complicado curso del río y acercándose a la aldea de Silván. Luego, en un corto trazado por asfalto, la ruta retorna junto al río para llegar despacio hasta el monasterio.

En este itinerario disfrutará de frondosos paisajes fluviales y de la rica arquitectura popular a lo largo de este pequeño río. En el final del trazado no hay que dejar de visitar el monasterio de A Armenteira. La ruta sirve de hilo conductor para sacar el máximo partido de esta red ya que en Barrantes conecta con las rutas 6 y 9 y en A Armenteira con las 3 y 5.

Arranca junto al río y al monasterio de A Armenteira. A pesar de su corta longitud, muestra un trazado levemente com-plicado en el inicio y en el final.

Así zigzaguea despacio entre las casas de Vilar, muchas de piedra y factura tradicional, hasta internarse dentro del algo sinuoso bosque de A Cova do Raposo. Pero ese pequeño esfuerzo vale la pena cuando el ciclista llega a Os Outeiros de Silván y, entre los árboles, se abre un limpio horizonte de verdes valles y paisajes agrarios y vitivinícolas, salpicados de pequeñas lomas con cerrados bosques perennes. La mayor parte del recorrido de este itinerario, tanto en dirección norte como en el retorno hacia el sur, coincide con la ruta 10, permitiendo el engarce con gran parte de los otros itinerarios.

Los arroyos que acompañan a los deportistas en el primer tramo, los de San Tomé y de Manela, fluyen hacia el norte hasta formar el río Cañón, que remata en el Umia. Luego, el recorrido avanza entre la concentración parcelaria y la autovía de O Salnés hasta llegar a San Salvador de Meis. Ahora los arroyos de San Martiño y de Campo Ladrón forman un valle que desciende hacia el oeste, mientras la ruta comienza un ascenso por la falda de A Pedra da Valada para acercarse a las laderas del monte de A Escusa. En el camino es conveniente ver la pequeña capilla de San Nicolao en el lugar de Casillaflor. Desde aquí el regreso hasta el Monte de Arcos permite ver desde un lugar privilegiado este prolífico valle para acabar el trayecto junto a los molinos restaurados de Arcos.

En el inicio de la ruta el trazado coincide con la ruta 6 hasta las proximidades de la iglesia de San Tomé de Nogueira. También coincide en el área recreativa con las rutas 7 y 10.

La ruta acerca al ciclista hasta el nacimiento del río de A Chanca, cuenca fluvial que destaca por ser uno de los ejes del término de Meaño y que desemboca en el breve kilómetro de costa de este ayuntamiento casi interior.

El río posee múltiples molinos, muchos restaurados, por lo que, después de acabar la ruta, es deseable dedicar un poco de tiempo a visitarlos.Desde el monasterio de A Armenteira la ruta asciende y atraviesa Valdedeus y Valboa. Luego desciende entre un bosque mixto hasta la ribera del nacimiento del río de A Chanca, donde coincide con la ruta 9, y regresa ascendiendo a O Outeiro de Valdedeus y atravesando en su camino las fuentes del río Armenteira. Desde la confluencia con la ruta 8 que viene desde Sanxenxo, el regreso al monasterio se hace en descenso, primero suave luego abrupto, a través de los caminos del lugar de Caroi.

Se caracteriza este recorrido por los paisajes agrarios de minifundio y bosque mixto, con pequeñas sorpresas en forma de escondidos cruceiros o divertidos y rápidos descensos.

Este itinerario nace en una confluencia con las rutas 7 y 10, y coincide en el primer tramo con la ruta 4 mientras baja por la orilla derecha del arroyo de San Tomé.

Se separan antes de llegar a la iglesia parroquial y la ruta 6 se vuelve urbana mientras cruza el centro de Mosteiro, la capital del ayuntamiento de Meis. Pronto retorna a un ambiente más rural, serpenteando entre la orillas del arroyo de San Tomé, el arroyo de Manela y el río Cañón. Las pequeñas aldeas de Quintáns y A Pubuxeira, entre plantaciones y vides, marcan el curso del pedaleo mientras se acercan las primeras cuestas del monte de Zacande, anticipo del monte San Martiño. El bosque atlántico y las repoblaciones de pinos se van mezclando y, de cuando en cuando, permiten tener vistas del valle de Meis. A medida que el camino desciende hacia Guimeráns y Arosa las vides van ocupando el horizonte, mostrando la riqueza de estas tierras.

Desde el verdor y frescura del río San Tomé en el área recreativa de Arcos, la ruta asciende por la ladera norte del monte Castrove mostrando un itinerario de hermosas vistas.

El trazado, coincidente con la ruta 10, es amplio y fácil de seguir aunque en poca distancia gana mucha altura. Se puede disfrutar de la perspectiva que da la altitud: el monte Xiabre entre Vilagarcía de Arousa y Caldas de Reis; las tierras de Barro, Moraña o Cuntis; y, a lo lejos, el monte Xesteiras. Llegando a Pousadoiro la ascensión es más suave hasta Porteliña dos Lagos, donde la  ruta 10 abandona nuestro rumbo. En las proximidades tenemos el curro, la capilla de San Ramón y la pequeña aldea de A Escusa, donde podemos encontrar miel de alta calidad.

Ahora la ruta gira al norte y rodea la cumbre del monte para comenzar un pronunciado y vertiginoso descenso hasta retornar a Arcos.

Desde el municipio turístico de Sanxenxo, el ciclista puede incorporarse a esta red de rutas partiendo desde San Pedro de Bordóns.

En la ascensión, entre frondosos bosques, el trayecto se acerca a A Chan de Gorita con vistas de la ría de Pontevedra. La ruta entra en el ayuntamiento de Meaño y llega hasta A Chan do Couto donde cruza la carretera que va a A Armenteira, un buen lugar para sacar fotografías. El camino alcanza O Busto y asciende entre pinos para acercarse al petroglifo de O Outeiro do Cribo, un importante ejemplo prehistórico de insculturas en piedra de los que abundan en Galicia. El petroglifo presenta cérvidos y un laberinto datados sobre el 1.500 o 1.000 A.C.; así como un caballo con jinete atribuido al S. VI A.C.

A escasa distancia el itinerario conecta con la ruta 5 en O Outeiro de Valdedeus y prosigue el rumbo hasta la húmeda Tomada da Sobreira, donde desciende rápidamente al monasterio de A Armenteira.

Desde la iglesia de Sta. María de Simes la ruta asciende por la margen derecha del río de A Chanca y conecta con la ruta 5 que viene de A Armenteira.

El bosque no deja apreciar las vistas que más adelante disfrutaremos, pero sorprende verse separado de las edificaciones en un entorno tan poblado. Primero en dirección oeste y luego hacia el norte, la ruta progresa hasta llegar al escondido Castro de Vara donde contacta con la autovía y pasa a discurrir paralela a ella. En el descenso encontraremos un agradable descanso al lado de los molinos restaurados del arroyo de Fofán, antes de iniciar el ascenso al pequeño pero impresionante mirador de San Cibrán. Desde la cumbre las vistas son dignas del esfuerzo: A Lanzada, O Grove, Cambados, las islas de Arousa y de A Toxa...

Más adelante, en un descenso de unos tres kilómetros que conjuga bajadas suaves y pendientes sinuosas, la ruta acaba junto al recorrido 2, por lo que es fácil acercarse hasta el inicio del sendero peatonal de A Pedra e da Auga.

Es sin duda la ruta más exigente y conecta con la mayor parte de las otras rutas, coincidiendo en varios tramos con algunas de ellas.

En su inicio en ascensión coincide con la ruta 7 y presenta también la dificultad de ser el trazado de retorno de ella misma, por lo que los ciclistas deben tener cierta precaución. Llegando al lugar de A Escusa el recorrido gira a la derecha junto al curro y conecta con la ruta 1 en un breve tramo. Luego desciende por Campo Ladrón, cruza el arroyo del mismo nombre y empata en la pista donde va la ruta 3 por encima de Silván. Las vistas son impresionantes y el bosque digno de disfrutarlo. Llegando a A Armenteira se une con otras rutas, siendo un buen lugar para descansar en los locales de restauración del entorno. Gira la ruta hacia el norte y prosigue por Os Outeiros de Silván. Luego cruza el arroyo de San Martiño y corrige el rumbo para bordear O Pousadoiro y retornar atravesando el monte de A Xesteira.