El denominado Camino Inglés es una de las rutas marítimas jacobeas que se utilizaban en la Europa medieval para alcanzar Compostela. Peregrinos procedentes de los países escandinavos, los Países Bajos, el norte de Francia y principalmente de Inglaterra, Irlanda y Escocia llegaban por barco al norte de España entrando en Galicia por los puertos de Ribadeo, Viveiro, Ferrol o A Coruña. Estos dos últimos puertos, ubicados en un amplio golfo que los romanos denominaron Portus Magnum Artabrorum, se han consolidado tradicionalmente como los puntos de partida de las dos alternativas del Camino Inglés. Los navegantes llegaban a puerto guiados por el haz de luz de la Torre de Hércules, faro romano declarado Patrimonio de la Humanidad en el año 2009.
Una vez en tierra, ambas alternativas confluyen en la parroquia de Bruma, perteneciente al municipio de Mesía, y llegan a Compostela habiendo cruzado tierras de Cambre, Carral, Mesón do Vento, Ordes y Oroso entre otras.