El Viacrucis Exterior del Santuario, está constituido por siete capillas equidistantes, que rodean el recinto. Tienen la estructura, muy parecidas entre sí, aunque presentan diferencias en su fachada y en la decoración. Todas constan de una puerta, hoy tapiada, con reja de hierro y un pequeño boquete para depositar las limosnas. En el interior hay dos cuadros en relieve policromado en las que se representan escenas de la pasión de Cristo. Todas ellas están coronadas por diversos pináculos con tejados a cuatro aguas. Es el primer viacrucis gallego que encontramos con función de lismonero.