La iglesia presenta planta rectangular con presbiterio resaltado en altura. La portada, de medio punto rebajado, remata en espadaña y pináculos, que imponen su verticalismo ascensional en el conjunto. Las cornisas, curvas y abolutadas, se prolongan en los muros laterales. El arco rebajado de la portada y la hornacina sobre el mismo, con al estatua de la Inmaculada, sirven de contrarrestro a la lisura de los muros. En su interior destacan las imágenes de San Miguel, San Pedro y San Pablo y las imágenes de la Asunción e Inmaculada.