Llega a Oviedo la exposición 'Peregrinatio. El Camino de San Francisco a Santiago'
Desde mañana, 17 de septiembre, Oviedo acoge dicha exposición que está enmarcada en los actos conmemorativos del VIII Centenario de la Peregrinación de San Francisco de Asís a Santiago.
La exposición, que podrá visitarse hasta el 15 de octubre en el Palacio de Conde de Toreno, está organizada por Turismo de Galicia dentro del convenio de colaboración que mantiene con el Banco Etcheverría.
Desde mañana, 17 de septiembre, Oviedo acoge la exposición “Peregrinatio. El Camino de San Francisco a Santiago”, enmarcada en los actos conmemorativos del VIII Centenario de la Peregrinación de San Francisco de Asís a Santiago.
La exposición, que podrá visitarse hasta el 15 de octubre en el Palacio de Conde de Toreno, está organizada por Turismo de Galicia dentro del convenio de colaboración que mantiene con el Banco Etcheverría.
Esta muestra audiovisual es fruto del reciente viaje realizado por el fotógrafo Manuel Valcárcel y el músico Alexandro González a través de Italia, Francia, el norte de España y la Galicia xacobea, siguiendo la misma ruta que San Francisco recorrió en 1214 desde Asís a Compostela.
Los autores se mostraron atentos a la tradición cultural y a la religiosidad que impregna los lugares y los caminos a Santiago. Paisajes culturales y espacios sagrados ligados al origen evangélico de la tradición cristiana sobre la que se asienta la mentalidad y la historia cultural de los pueblos de Europa.
En este fresco se resalta el fecundo encuentro entre culturas que suscitan los caminos de peregrinación. Un viaje que se desarrolla a través de paisajes cambiantes, al amparo del misterio y de las inquietudes de los propios peregrinos.
Se trata, en definitiva, de una busca espiritual que se representa en la penumbra de los templos, ante lo brillante brillo de los altares, en la plenitud de la naturaleza, en el intercambio de señas y palabras con los compañeros de ruta, en la calma del albergue, o en medio del revuelo de mesones y tabernas.
Los motivos de ocio y deporte, de turismo cultural, el sentimiento de aventura, galvanizan en buena medida los ánimos de los modernos peregrinos. Pero en esta red de apetencias mundanas sigue brillando una llama de espiritualidad que refuerza la voluntad de cada cual, ayudándolo a superar esfuerzos y olvidar cansancios, logrando que el peregrino del siglo XXI reviva una tradición cultural milenaria.
Las claves principales de este hecho histórico vivo –sus valores universales, su legado cultural, su capacidad para potenciar aspectos como la comprensión, el intercambio, la solidaridad, la hospitalidad– están recogidas en este trabajo de Manuel Valcárcel y Alexandro González, de los artistas nuevos gallegos que, asumiendo su papel de peregrinos, supieron ver en caminos y santuarios, con los ojos bien abiertos, la esencia de un fenómeno único.