El conselleiro de Cultura e Turismo e o gobernador de Wakayama profundizan en los vínculos entre Galicia y Japón
Ambos mandatarios se reunieron y destacaron el fuerte impacto del Camino de Santiago y del Camino Kumano en el turismo
El conselleiro de Cultura e Turismo, Román Rodríguez, mantuvo un encuentro con el gobernador de Wakayama, Yoshinobu Nisaka, en el marco del viaje institucional a dicha Prefectura con motivo de los 20 años de hermanamiento entre Galicia y Japón.
Durante la reunión, conselleiro y gobernador profundizaron en los vínculos que unen a los dos territorios ya que, si bien son culturas muy distintas, están unidas por el Camino de Santiago en Galicia y el Camino Kumano Kodo en Wakayama. Ambas son rutas reconocidas por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad y son puntos de referencia en los que converge la pluralidad de concepción de distintas culturas, lenguas y religiones.
Asimismo, recordaron el fuerte impacto de los lazos de estos caminos en el turismo y por lo tanto, en la dinamización económica de estas regiones. De hecho, el número de peregrinos japoneses en Galicia crece cada año. En los últimos diez años cabe destacar este importante incremento, puesto que se pasó de los 300 en 2008 a los cerca de 1500 en lo que va de 2018, lo que supone que la cifra se multiplicara por cinco.
En el ámbito turístico y hasta octubre, Galicia recibió más de 11.000 viajeros japoneses, que realizaron más de 19.500 pernoctaciones en los establecimientos hoteleros gallegos. En 2012, las pernoctaciones tan sólo alcanzaban las 14.000, por lo que en los últimos años se incrementaron casi en un 40%. Otro dato positivo del mercado japonés es la estadía media en los establecimientos hoteleros, que se incrementó notablemente (un 20,6% más) en relación al 2017.
Visita a templos del Kumano Kodo
Esta misma mañana, antes del encuentro con el gobernador, el conselleiro visitó el Kumano Nachi Taisha Gran Shrine, uno de los tres grandes santuarios en el Camino del Kumano Kodo y ejemplo de la convivencia de las religiones sintoísta y budista. Posteriormente, se desplazó al templo Seiganto-ji situado al lado de la cascada Nachi, la más alta de Japón.