En este nuevo camino que iniciamos en las tierras del Baixo Miño, nos acercaremos de una manera muy próxima a la especial relación que los gallegos tenemos con la muerte. Los santuarios de esta ruta ocultan inquietantes y sorprendentes leyendas, así como rituales y romerías poco usuales.

Santuario de Nosa Señora da Franqueira.
Diálogo entre el carcelero y el prisionero:

-    ¿Cristiano, en tu tierra hay cencerros?
-    Sí, los hay.
-    Pues levántate cristiano, que en tu tierra estamos, y no me trates en tu tierra como yo te traté en la mía.

Fecha de celebración de las romerías:
- Santa Marta de Ribarteme: 29 de julio.
- Nuestra Señora de la Franqueira: Lunes de Pentecostés o 8 de septiembre.
- Santa Marina de Aguas Santas: 18 de julio.
- Nuestra Señora de Monte Medo: 7-8 de septiembre.

Otros datos de interés:
- Museo de Arte Sacra de Allariz: Cierra los martes. Contacto: 988 440 702

Día 1º

Iniciamos la primera jornada en el ayuntamiento pontevedrés de As Neves. Aquí, descubriréis una manera inolvidable de vivir una experiencia realmente auténtica acudiendo al santuario de Santa Marta de Ribarteme.

Aunque algunos ataúdes van vacíos en esta singular procesión, otros van con los ofrecidos dentro. A veces, el calor, la devoción o la terrible impresión de verse en vida portado en un ataúd hacen que los ofrecidos proporcionen una imagen aun más insólita al ver brazos que salen de la caja abaneándose o buscando refrigerio para tan asfixiante penitencia.

Los acólitos que aguardan subidos al campanario comienzan a tocar las campanas a muerto tan pronto como ven acercarse el cortejo fúnebre. La agitación, el ambiente de fervor se palpa por todas partes, se intensifica el olor a incienso y la cera quemada de las antorchas, comienzan los empujones por tocar la imagen de la santa. Sin ninguna duda, algo mágico va invadiendo a los presentes. Terminada la misa, el salvado disfruta con el resto de la comitiva de la fiesta que tiene lugar en el robledal en el que el aroma a pulpo, a pan y a melindres se mezcla con elbullir del gentío. El jornal inglés The Guardian incluso hizo eco de esta romería, nombrándola como una de las cinco fiestas tradicionales más singulares del mundo.

Siguiendo en ruta por la provincia de Pontevedra, llegaremos al municipio de A Cañiza. En estas hermosas tierras, visitaremos el santuario de Nosa Señora da Franqueira, de estilo gótico. Cuenta la leyenda que, una anciana encontró la imagen de la Virgen en una escarpada zona del monte. La desigualdad del terreno hacía imposible la construcción de un templo en la zona, por el que esa dificultad se convirtió en motivo de discusión entre los vecinos. Para dirimir la cuestión, decidieron colocar la imagen de la Virgen sobre un carro tirado por bueyes, con los ojos vendados y sin guía, para que, según la dirección que tomaran se decidiera la localización de la ermita. Así, en conmemoración de este acto, la imagen de Nosa Señora da Franqueira sale de la iglesia, cada 8 de septiembre, montada sobre un carro tirado por bueyes. Delante del carro van tres parejas bailando trenzando y destrenzando las cintas atadas a un varal hasta el final del recorrido, y dos personajes, un moro y un cristiano, representan un diálogo en verso delante de la imagen. Destaca una peculiar tradición: las jóvenes que estén buscando pareja y sean quien de atar con un dedo un brote de gesta, se casarán en el plazo de un año gracias a la intervención de la Nosa Señora.

Continuamos nuestro recorrido rumbo al municipio orensano de Allariz, una de las villas gallegas mejor conservadas, por la que vale la pena pasear con los ojos bien abiertos para contemplar todo su encanto. Alguna de sus calles adoquinadas ha de llevarnos hasta el convento das Clarisas, fundado en 1268 por la reina Violante, mujer de Afonso X O Sabio. En su interior, encontraréis la imagen de marfil de la Virxe Abrideira, de finales del siglo XIII, que representa a una santa sedienta sujetando al Niño. Al abrirse, semeja un retablo destinado a narrar la vida de María. Es Allariz un lugar ideal para almuerzo en alguno de sus restaurantes al lado del río mientras contempláis la belleza del paisaje. ¡Ah!, no olvidéis probar sus almendrados, sin duda un delicioso recuerdo de este viaje.

A pocos kilómetros de la villa, oculto en un idílico paisaje, nos aguarda el santuario de Santa Mariña de Augas Santas , una de las mejores muestras de la arquitectura gallega de los siglos XII y XIII. Su leyenda os contará la historia de los lugares en los que esta Virgen fue martirizada sin piedad por no corresponder a los amores del prefecto romano Olibrio. La santa se salvó milagrosamente de todos los castigos y, al final, su torturador la mandó decapitar. Cuentan que los tres botes que dio su cabeza contra el suelo, al tronzar y separarse del cuerpo, dieron origen a las tres fuentes de Augasantas, situadas en la parte posterior del templo en el que se guarda la imagen de la mártir. Lo mismo que los romeros que aquí se acercan, seguid los rituales para empaparos de la espiritualidad que se respira en este lugar. Aprovechad para pedirle los favores a la santa y visitad sus fuentes mientras sentís como la leyenda del lugar os enfría la piel.

Al salir del santuario, os aguarda un relajante paseo por la antigua calzada romana cubierta por una frondosa bóveda vegetal, sólo perturbado por el crocante ruido de las hojas a vuestro paso. Seguid la ruta de la procesión del día grande hasta las ruinas de la basílica da Ascensión, del siglo XIII, que nunca llegó a concluirse. En la cripta de este templo encontraréis el Forno da Santa, en el que dicen que el prefecto Olibrio intentó quemarla; pero del que se salvó por la intercesión de san Pedro. A pocos metros, está la Piouca da Santa o fuente de Augas Negras, de la que cuenta la leyenda que deben su oscuro color a que en ella se lavó santa Mariña al salir llena de ceniza del horno. Como podéis ver, la magia y la leyenda están presentes en cada entresijo de este lugar que, de seguro, no os dejará indiferentes.

Día 2º

De camiño ao santuario da Nosa Señora do Monte Medo aproveitade para facer unha pequena parada en Xunqueira de Ambía para así coñecer a súa colexiata e o seu precioso claustro gótico. Después, ya en la villa termal de Baños de Molgas, os invadirá la tranquilidad y el recogimiento de una auténtica villa de la Galicia interior. Allí os percataréis del poder que el líquido vital tiene en la zona. Llevan más de cien años aprovechándose de las aguas termales que aquí brotan, y que son reconocidas como medicinales desde 1873. Para sentir el calor cariñoso de Galicia, nada mejor que empaparse en estas aguas.

Al llegar al santuario de estilo barroco, y uno de los más concurridos de la Diócesis de Ourense, tendremos que hacer un viaje en el tiempo hasta la batalla entre los condes de Caldelas y de Pena, a comienzos del siglo IX, para comprender mejor su leyenda. Esta cuenta que tras un duro lid en el Monte Medo, el señor de Caldelas, viéndose vencido, logró darle la vuelta a la contienda tras pedir la intervención de la Virgen. Agradecido por la victoria, mandó levantar la ermita de Nosa Señora da Defensa que desapareció con el paso del tiempo. Años después, una niña encontró la imagen de la santa en el interior de un roble y esta le comunicó su deseo de que se levantara allí un nuevo templo. Los vecinos decidieron llevar la imagen a la iglesia parroquial, pero antes de llegar, se percataron de que la talla había vuelto al lugar en el que había sido descubierta, por lo que decidieron no llevarle la contraria. Actualmente, acuden fieles por millares, muchos de ellos a pie desde sus lugares de residencia. Principalmente llegan durante los días grandes de la romería, el 7 y 8 de septiembre y también durante el novenario, en el que el fervor es tal, que hace que algunos permanezcan durante los nueve días en la hospedería del lugar.

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