La Costa da Morte nos ofrece una riqueza paisajística y cultural incomparable, donde la naturaleza, el patrimonio artístico y las leyendas van de la mano del astro rey a cada paso del camino. Alén do solpor es un proyecto de promoción turística que propone una nueva interpretación del destino Costa da Morte, articulando en él todos los recursos que vinculan ese territorio con el legado histórico-cultural del sol.
Si el lector visita estas páginas podrá comprobar la riqueza y los atractivos que ofrecen los diecisiete ayuntamientos de esta singular costa. Playas, acantilados, montes, hasta el característico clima, su flora y fauna conforman una geografía prístina e inmaculada.
Las actividades sociales, la antropología, las costumbres, el folclore, la gastronomía, las fiestas, las romerías, y el lenguaje que es dulce y seseante por aquí... son expresiones moldeadas por el tiempo y en definitiva derivadas de la adaptación del hombre a la propia naturaleza. Un patrimonio histórico-artístico que nace en la prehistoria con el megalitismo, los petroglifos y los castros, que se torna imponente en la arquitectura medieval con construcciones religiosas y civiles como castillos y palacios. Tampoco hay que olvidar las obras erigidas por devoción popular como cruceiros y petos de ánimas, o incluso arte de vanguardia, museos y centros de interpretación o faros. La modernización del sector turístico ofrece actualmente una amplia red de alojamientos y restauración que te permitirán vivir una experiencia diferente y de calidad.
Contemplar el sol hundiéndose en el mar es siempre un momento mágico que invita a la trascendencia. Los tonos amarillos y rojos, que tiñen el cielo como mirar el fuego en el hogar, aportan intimidad y calma mientras se apaga el día.Esos cromatismos y cielos multicolores conducen a una intensa experiencia para los sentidos, donde todo parece adquirir un significado especial.
Observaremos el cielo y conectaremos con ese astro que nos atrapa y se revela como protagonista del paisaje y la naturaleza, origen de la cultura y de la historia de un pueblo universal, Galicia, con un rico patrimonio aún por descubrir.
El punto más occidental de la España peninsular se encuentra en la Costa da Morte, concretamente en el Cabo Touriñán. A modo de curiosidad, si trazamos una línea recta desde el cabo en dirección al horizonte, con una longitud de 5200 kms llegaríamos a Nueva York.
Los solsticios se producen dos veces al año, justo coincidiendo con el momento en que el sol se encuentra en el punto mas alejado del ecuador. Durante el solsticio se da la máxima diferencia de duración entre el día y la noche. El solsticio de verano ocurre en torno al 21 de junio. El solsticio de invierno por su parte tiene lugar sobre el 22 de diciembre.
Durante los equinoccios, el día y la noche tienen la misma duración ya que el sol se encuentra en ese momento en el ecuador del planeta. El equinoccio de primavera marca el inicio de esta estación y sucede en torno al 21 de marzo, mientras que el equinoccio de otoño tiene lugar sobre el 22 de septiembre.
Hablamos de la alineación de determinadas construcciones, yacimientos arqueológicos y puntos geográficos con el sol o con otros astros en un momento específico del día y del año. En la Costa da Morte tenemos el ejemplo en el Dolmen de Dombate, donde cada solsticio de invierno, los primeros rayos de sol de la mañana inundan de luz su pasillo central.
Algunos historiadores consideran la posibilidad de la llegada de miles de personas a Costa da Morte desde la antigüedad, para ver cómo el sol desaparecía definitivamente en el océano Atlántico. Se cree posible que estas peregrinaciones más o menos ordenadas, fueran recicladas por el cristianismo, pudiendo ser el origen de la peregrinación jacobea a Fisterra y Muxía.
Es un fenómeno óptico atmosférico que se puede percibir durante un instante ínfimo, en el momento final del atardecer, en el cual una luz verde intensa aparece durante 1 o 2 segundos sobre el sol. Aunque observar un rayo verde es difícil debido a las específicas condiciones atmosféricas que se tienen que dar, son muchas las personas que se lanzan a su captura. ¡Únete a ellas!. Busca un día tranquilo, sin apenas turbulencia atmosférica, sitúate en un sitio alto, preferiblemente frente al horizonte oceánico y no pierdas de vista los últimos rayos de sol.
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