Esta ruta recorre caminos en el corazón de Galicia, donde se unen las provincias de Pontevedra, Lugo y Ourense para llevarnos por un viaje místico a través de santuarios mágicos situados en bellos paisajes naturales.

Cuando alguien “echa al demonio fuera” o “quita el hechizo”, la fuerza maligna que lo poseía desaparece. Una posesión satánica es un cuerpo con doble espíritu que alberga el alma de una persona y la de un demonio. Se manifiestan de forma alterna, nunca al mismo tiempo. El mal del “ramo cautivo” afecta a los niños que quedan mustios, alfeñiques y sin espíritu ni vida.

Fecha de celebración de las romerías:
- Nosa Señora do Corpiño: La romería de más afluencia se celebra el 23 y 24 de junio. El 25 de marzo se celebra “O Corpiño de Inverno”.
- Nosa Señora do Faro: 8 de septiembre.

Día 1º

Comenzamos la primera jornada por las Terras do Deza, paisaje flanqueado por la Torre de Cira, donde se encuentran los restos de la fortaleza en la que en el siglo XII la reina Urraca tuvo preso a Xelmírez. Entre bosques, cascadas y pazos, nos detenemos para descubrir la riqueza prerrománica del monasterio de Camanzo y sus bien conservados frescos. Fundado por los Condes del Deza, desde el monasterio podréis disfrutar de unas buenas vistas del valle del río Ulla.

Continuamos nuestro viaje hasta el monasterio de Carboeiro, en el ayuntamiento de Silleda. Este cenobio, situado en un contorno natural y aislado, cumplió a la perfección su función de refugio de meditación para los monjes que lo habitaron siglos atrás. El edificio, construido en un alto del terreno y rodeado por un meandro del río Deza, nos permite contactar directamente con el patrimonio y con la historia medieval de Galicia, de la que podréis obtener más detalles durante las visitas guiadas que relatan la arquitectura y la historia de este monumento. Fueron los discípulos del Maestro Mateo, artífice del Pórtico da Gloria de la catedral de Santiago de Compostela, los que pusieron su sello en esta joya del estilo románico ojival gallego..

El escenario natural remarca la posición privilegiada del monasterio envolviéndonos en el misticismo de estas paredes santas. Sólo nos resistimos a dejarlo atrás ante la posibilidad de hacer una sosegada ruta de senderismo de dos horas por caminos antiguos, cruzando el Ponte do Demo, que recibe este nombre por ser en otros tiempos punto estratégico de atracos y robos. Este puente nos llevará hasta la cascada del río Toxa, con una caída libre de 30 metros, una de las más altas de Europa. Espectacular es la vista desde abajo, pero subid también hasta los miradores en su parte más alta. Allí atisbaréis también el Deza y un trecho del camino recorrido. En la temporada estival, podréis reponeros de la caminata parando a medio camino del sendero para zambulliros en la playa fluvial de la Carixa.

Dejad a un lado el cansancio para admirar nuestra siguiente parada: la tradición comercial de la villa de Agolada, concentrada en los Pendellos. Este antiguo recinto ferial de más de 400 años, situado en el centro de la población, es una suerte de retablo civil que nos habla de la vieja economía de Galicia, de las relaciones que se tejían en los mercados medievales y de los tratos de palabra inquebrantables. Paseando por los estrechos callejones de adoquines, entre los puestos de columnas y mostradores de piedra, casi podemos oler los productos del campo o sentir los animales que venían a vender los agricultores y tratantes de los alrededores. Tras la recuperación de este enclave, la vida vuelve a los Pendellos cada mes de agosto en forma de feria de artesanía tradicional.

Día 2º

La primera parada de este segundo día será a 1.187 metros de altitud, en el monte Faro, ya en las tierras luguesas del ayuntamiento de Chantada. Aquí se levanta una capilla para venerar a la Virgen del mismo nombre. Desde la cumbre de esta montaña, en el límite entre el municipio lucense de Chantada y el pontevedrés de Rodeiro, se dominan amplias vistas de las cuatro provincias gallegas, suaves ondulaciones, tierras de cultivo y castañares centenarios.

Nuestro viaje nos lleva ahora hacia el municipio de Cea, en la provincia de Ourense, para encontrarnos con la presencia impactante del monasterio de Santa María a Real de Oseira. Es conocido como “El Escorial gallego”. No perdáis la oportunidad de hacer una visita guiada por los distintos recintos del monasterio y no olvidéis que podéis llevar un sabroso y original recuerdo de él: el Eucaliptine, el licor elaborado por los propios monjes. El pan de Cea es otro de los exquisitos manjares que no podéis dejar de probar en vuestra visita a esta villa.

Cambiamos de nuevo de provincia para trasladarnos al municipio pontevedrés de Lalín, donde se encuentra el santuario de Nosa Señora do Corpiño. Este templo, de estilo neoclásico, está situado en lo alto de un cerro. Desde aquí tendréis unas excelentes vistas del contorno natural de la comarca que acoge uno de los santuarios marianos más antiguos y conocidos de Galicia. Fue levantado en el siglo XVIII sobre la antigua capilla das Aparicións. Después de su fundación, los numerosos milagros de Nosa Señora do Corpiño, sobre todo los relacionados con los males de la cabeza, le dieron gran renombre. Los días de romería, que coinciden con el San Xoán y con el solsticio de verano, son los más multitudinarios. Durante todo el año hay devotos que acuden esperanzados para pedirle clemencia y remedio a la Virgen. Esta es una prueba del cariño y de la confianza que la Virgen despierta entre los fieles por ser abogada milagrosa del todo tipo de enfermos, pero sobre todo de aquellos con dolencias ligadas a la mente y al espíritu. Con la evolución de los tiempos, también es posible dejar las plegarias en la página web del Santuario.

Este lugar sagrado es muy conocido por ser escenario de curaciones de endiablados y por la práctica de exorcismos a la puerta de la iglesia, para lo que el párroco de este templo tiene autorización del mismo Vaticano. Hoy en día, los psiquiatras buscan explicación a estos extraños síntomas en las enfermedades mentales pero en el culto popular aun hay quien habla de posesiones diabólicas. En todo caso, podréis intentar sentir el halo de este lugar mágico conforme entréis en el atrio donde se juntaba todo tipo de gente para “quitar el hechizo”, “echar al demonio fuera” o curar “el ramo cautivo”. En los puestos de alrededor del templo también venden amuletos contra el mal de ojo y la envidia, así como para preservar la salud.

Ya el escritor Vicente Risco escribió sobre estos rituales en los que participaban familiares del “endiablado”, el sacristán, exorcistas y “rosareiras“ (vendedoras de rosarios). Si os fiais de la leyenda, no abráis la boca estando aquí por si la bola de pelo expulsada por alguno de los poseídos aun rueda entre los bancos de la iglesia y os entra en el cuerpo. Hoy en día, los que le imploran ayuda a la Virgen siguen rituales menos traumáticos.

Igual que los romeros más devotos, no os marchéis sin tocar la imagen de Nosa Señora. La procesión de los días grandes dura más de una hora. La multitud de romeros rodean y casi ocultan el santuario. Uno tras uno, van pasando por debajo de la imagen mostrándole su veneración a la Virgen. Tocan los mantos con las propias manos o lo refriegan con los paños y le piden amparo. Fe, devoción y fervor también son sentimientos que impregnan el ambiente del santuario en el llamado “Corpiño Pequeño“, que se celebra con la llegada de la primavera el 25 de marzo.

Otra tradición que no debéis perder es la de comprar queso o embutidos en las tiendas tradicionales de los alrededores del santuario, en las que también, seguro, veréis algún cartel de la Festa do Cocido de Lalín. Esta fiesta se celebra desde 1968 coincidiendo con el domingo anterior al Carnaval. Abundante y consistente, el cocido gallego es una exaltación de la matanza y de los productos de la tierra. Este plato típico del invierno es una referencia en el calendario gastronómico de toda Galicia, pero sobre todo, en el municipio de Lalín, donde esta reunión gastronómica atrae cada año millares de personas a estas tierras de historia, tradiciones y supersticiones.

Arriba