Al norte del Golfo Ártabro se encuentra un conjunto de pequeñas rías que, debido a su situación latitudinal, son consideradas como "Altas". Las más occidentales, Cedeira, Ortigueira, O Barqueiro y Viveiro son más amplias y presentan tramos de costa acantilada y abrupta aunque, en su interior, se abren espléndidos arenales como los de Vilarrube en Cedeira, Morouzos en Ortigueira o Covas en Viveiro. Las orientales, Foz y Ribadeo, son de menor tamañoy el perfil de su costa más suave.
Los habitantes situados en estas rías han estado secularmente aislados de Santiago, centro histórico de Galicia, y de las rutas terrestres con el interior de la Península. Por ello se abrieron al mar, su salida natural, y fueron siempre puertos pesqueros, de ballenas y tínidos especialmente, y nícleos fundamentales en el comercio del lino y del cáñamo con los países bálticos. Esto explica la aparición de aduanas en Viveiro, en el siglo XVI, y en Ribadeo, y la existencia de una escuela de pilotos en Ribadeo, durante el siglo XIX.