Datada en el siglo XIII, es una de las iglesias más antiguas del Ayuntamiento. A pesar de que su origen es románico, su estilo actual se enmarca en el Barroco.

En 1912 se descubren dos capiteles prerrománicos en el interior del templo. Hoy en día esos capiteles visigóticos se sitúan en el interior de la iglesia, al pie de la escalera, usándose uno como pila de agua bendita y el otro de base. 

El templo está estructurado por medio de una bóveda de cañón que se apoya en muros de mampostería reforzados por dos contrafuertes cuadrantes, con arco de medio punto interior que separa la nave del presbiterio. La fachada principal se caracteriza por su sencillez, con una puerta rectangular, ventana y espadaña de factura barroca de dos huecos.