Por las plazas de Pontevedra...
Partiremos de la Basílica de Santa María A Maior, situada en uno de los puntos más altos de la ciudad. Fue erigida en el siglo XVI, costeada por el gremio de los mareantes, cuyo barrio de A Moureira se asentaba al pie de la fachada sur del templo, fachada plateresca de muy lograda factura. Buscando el carácter hidalgo de la ciudad nos desplazamos a través de la calle Isabel II hacia la Plaza de O Teucro, nombre del mítico fundador griego de la ciudad, en la que nos detendremos a contemplar varios pazos barrocos dieciochescos (Gago, Montenegro, el del conde de San Román e Pita). Siguiendo camino y visitando las plazas de Curros Enríquez y Méndez Núñez vemos las huellas de la hidalguía en numerosas residencias. Es interesante pasear por estas laberínticas pero evocadoras calles, especialmente hermosas en las horas nocturnas, que se abren continuamente en acogedoras plazas que en varios casos mantienen el nombre de su vocación mercantil tradicional, como la de la Verdura, donde aún continúa su venta, o la de la Leña, muy típica y de carácter popular, con casas de buena cantería granítica, soportales, galerías y un cruceiro en el centro que conforman una de las postales más conocidas de la urbe. En este lugar se encuentra el Museo de Pontevedra, que hay que visitar por la importancia y variedad de sus colecciones.