La cocina de Pepe Solla cambia al ritmo de los productos de temporada, pero hay algo que permanece: la búsqueda de la excelencia gastronómica. Pepe lo consigue despojándose de lo superfluo, de lo que sólo es una moda y centrándose en lo que de verdad cuenta: la esencia.

Hace más de 50 años y de la mano de los padres de Pepe, Casa Solla nació como un restaurante tradicional que primaba la calidad. Hoy es uno de los buques insignia de la alta cocina gallega. Eso sí, sigue siendo un restaurante familiar, porque Pepe pone todo el empeño del mundo en que uno se sienta feliz y relajado. Como en casa.

Aquí la sencillez es fruto de la depuración. Algo que solo puede emanar del bagaje, el talento y el refinamiento de un gran chef.

En Casa Solla se trabaja con lo mejor de la zona, con productores locales que comparten con Pepe esa pasión por lo auténtico. De hecho prácticamente todas las verduras y hortalizas proceden de huertos ecológicos; y los pescados y mariscos genuinamente gallegos son siempre las estrellas de la temporada.

Además de la carta, hay dos menús para elegir: “Menú Trasmallo”, una perfecta síntesis de la carta; y “Menú Piobardeira”, una experiencia para dejarse llevar y disfrutar al máximo. Los menús deben ser pedidos por todos los comensales de una misma mesa.

Y en la bodega, más de 1.300 referencias cuidadosamente seleccionadas; lo mejor de Galicia, España y Portugal, y también los grandes de Europa... Por algo Pepe empezó como sumiller.

Casa Solla ocupa una casa típica gallega. En contraste con un exterior tan tradicional, el interior es totalmente contemporáneo. Un único espacio abierto, de dimensiones generosas y decoración minimalista, que alberga salón, comedor y una impresionante cocina a la vista.