Se encuentra en lo más alto de la colina que domina a Vila, sobre el barrio do Ponto, a 65 m. de altitud. Fue construido en el año 1888 en la finca donde estuvo ubicada una fortaleza medieval y un antiguo poblado castreño (del que se conserva el foso que rodea la cúspide de la colina).
Tras décadas en estado ruinoso y oculto tras eucaliptos se reconstruyó de manera fidedigna en el año 2005 y, en la actualidad, está en condiciones de funcionar como antes.
Se trata de un molino fijo de cuerpo cilíndrico, con cubierta giratoria y cuatro pares de aspas. La puerta está situada al SE y tiene dos pequeñas ventanas al SO y otra al N. La cubierta es cónica. Su engranaje conserva las dos piedras de moler, una para el trigo y otra para el maíz. Tiene unas dimensiones de 4,50 m. de altura y 4,75 m. de diámetro interior.
Estuvo en funcionamiento hasta los años 30.