Está situado frente a la capilla de Sta. Rosa de Lima, y carece de plataforma, pues su varal cilíndrico se incrustó directamente sobre una roca en un monte. Su capitel es también circular, muy moldurado. Sobre él una cruz sin figuras. 

Este crucero fue erguido por un navegante de Laxe apellido “Couceiro”, que hacía la ruta de Perú a España, plagada en aquellos tiempos de piratas. En el año 1676,  este navegante le hizo a Santa Rosa de Lima una promesa de que, si daba llegado felizmente a casa, erguiría un crucero en el sitio más alto de su villa y depositaría unas reliquias de la santa a sus pies. Regresó sin percances y cumplió la promesa. 

La “Cruz del Navegante” dominó este lugar en solitario hasta 1936. Este crucero mudó de aspecto a lo largo de los siglos, ya que seguramente la cruz originaria era del siglo XVII, y por el año 1932 esta cruz era de hierro, como lo demuestra algunas fotografías tomadas por José Vidal y que forman parte del Archivo Fotográfico Vidal. Por desgracia, hoy ya no existe esta cruz artística de hierro, ya que volvió a ser sustituida en época indeterminada por la actual de piedra.