La primitiva Capilla de San Clemente do Pindo se construyó en el siglo XVIII. Fue en el año 1771 cuando Clemente Riveiro Fernández fundó esta pequeña capilla en honor a San Clemente, que posteriormente sería ampliada, en 1906, para convertirse en iglesia parroquial. Esta capilla tiene planta rectangular de una sola nave, con cubierta abovedada (aun conserva policromía en la bóveda que está sobre la ábside). Los muros son de cantería y originariamente estuvo cubierta a dos aguas por tejado de teja. Destaca su altar, labrado en piedra por el escultor de Santiago de Compostela Antonio del Río en el año 1795 y diseñado por el arquitecto compostelano José Cachafeiro. Dicho altar aún conserva restos de policromía y alberga una crucificción, que se yergue sobre un sagrario muy decorado, y dos tallas santos. 

A la derecha de esta construcción se realizó la ampliación a inicios del siglo XX, dejando ambos espacios comunicados por una pequeña puerta con dintel. Todo esto provocó que la iglesia perdiera su orientación original. Los muros de esta construcción fueron realizados en piedra e interiormente está cubierta con un artesonado de madera a dos aguas.