La construcción de la iglesia parroquial data de 1729, siendo un buen ejemplar del barroco rural, con planta de cruz latina. La fachada es lo más destacado, concentrando la ornamentación en el eje central. Portada con marcos de orejeras, sobre la clave motivo sogueado, y encima hornacina avieirada, decorada con ovas, conteniendo en su interior la talla pétrea del titular. La espadaña, de esbelta traza, consta de dos cuerpos decrecientes.
La abundancia de retablos proporciona la riqueza de la imaginería del templo. El mayor, de dos cuerpos y tres calles con columnas corintias, presenta la inscripción "ESTA OBRA SE DORO SIENDO ABAD DON MANUEL ANTONIO BOYLES AÑO DE 1772". Ocupan sus huecos el sagrario a modo de tabernáculo, Santa Eufemia, y Santa Teresa; en el cuerpo superior, San Mamede, entre San Roque y el Angel de la Guarda; en el ático el Padre Eterno.
En el muro del Evangelio, retablo de un cuerpo con cornisa de perfil mixtilíneo, enmarcado por columnas salomónicas, y estípites en los extremos. Está presidido por Cristo en la cruz, sobre fondo de pintura de Jerusalén. En el muro de la Epístola, retablo rococó de una altura, organizado por columnas, decoradas con telas colgantes en el primer tercio del fuste, y el resto con rocallas.