Forma parte del hermoso conjunto con el atrio e iglesia de S. Xulián de Bastavales, quedando justo por detrás de esta, pero a mayor altura.

Debido a su antigüedad, 1706, viene siendo uno de los primeros santuarios gallegos destinados a la advocación mariana, que se difundió por Galicia durante la primera mitad del S. XVIII. Por las hechuras y tamaño parece más una pequeña iglesia que una capilla, con su torre campanario, bóveda y cúpula o media naranja ciega en el crucero.

El retablo, de comienzos del S. XVIII, cuenta de dos cuerpos, con tres hornacinas cada uno: en el de abajo se encuentran las imágenes de la Virgen del Carme (en medio), San Xoán Bautista y Santa Tareixa de Xesús. En el de arriba: la Virgen del Pilar con el apóstol Santiago arrodillado, San Domingos de Guzmán y SanTelmo. Los retablos laterales son neoclásicos, cada uno con una imagen de una santa bendita: Santa Xertrude y Santa Escolástica.