Iglesia parroquial levantada por el Maestro Rodrigo hacia el año 1201 de nuestra era según se desprende de una inscripción hallada en la propia edificación. Experimentó una reconstrucción en el último tercio del siglo XIX aunque se respetó en gran parte el original edificio románico así como parte de los alzados laterales. El acceso al interior se hace a través de una triple arcada de medio punto. Este pórtico de entrada tiene la particularidad de tener adosado un crucero insertado en el muro, con basa de doble peldaño, fuste circular, capitel y la imagen de Cristo crucificado. La fachada, de sillería regular, se halla coronada por la figura de Santa Cristina enmarcada en una hornacina. La torre-espadaña se ubica en el lateral izquierdo de la Iglesia. Dentro de la nave se conserva la figura de un León, parte del soporte de un sepulcro medieval y, en una finca cercana, un antiguo sepulcro de tipo antropomorfo que también pudo haber pertenecido al templo.