De la iglesia primitiva, de una nave, se conserva el ábside, de la segunda mitad del siglo XII; es semicircular, dividido por tres columnas adosadas, con ventanas de arcos semicirculares, apoyados en pequeñas columnas acodilladas en jambas. En su interior presenta arco triunfal de medio punto sobre semicolumnas adosadas y bóveda de cañón.

La iglesia guarda en su interior un retablo del año 1964 y pinturas murales con escenas del Juicio Final de Cristo ante Oilatos, de la Flagelación y del Camino del Calvario. La nave fue construida en el año 1763 y en el atrio se encuentran relieves románicos con escenas de Cristo y de san Pedro y san Pablo. Con puerta barroca y contrafuertes en el muro norte y sur rematados por pináculos con bolas, esta iglesia está situada en la parte alta del núcleo de Santa María y tiene unas formidables vistas hacia el río Miño.