Esta iglesia del siglo XVIII tiene muros de sillería en granito y la cubierta en teja a dos y cuatro aguas. Es de planta de cruz latina, de una sola nave, dividida en cuatro tramos por tres arcos fajones de medio punto apoyados sobre pilastras que sostienen una bóveda de cañón. Las dos capillas laterales son de planta rectangular y desiguales. El presbiterio está sostenido por arcos de medio punto y con bóveda de crucería. La sacristía está adosada a un lateral. La fachada tiene portada rectangular moldurada, y sobre ésta se abren una hornacina y un vano rectangular. En uno de sus laterales está la torre-campanario, de planta cuadrada y dividido en dos cuerpos: la base y el campanario propiamente dicho. Tiene un tercer cuerpo compuesto por una cúpula sobre tambor. La decoración es de inspiración barroca.

En el interior alberga un retablo e imágenes de los escultores Felipe de Castro y José Ferreiro.