En el momento de adentrarse en esta iglesia, comenzada a construir en el siglo XVIII, podrá observar que consta de una nave principal, Presbiterio cuadrangular y dos capillas laterales adosadas. Una de estas muestra una inscripción en el arco que posiblemente nos referencia el año de realización, 1816.

Aparte de los  pináculos típicos barrocos que se sitúan en los ángulos del presbiterio, la totalidad de la decoración que muestra esta iglesia se concentra en la fachada principal de la misma que se compone de una portada con lintel de líneas geométricas que finaliza en una especie de frontón que culmina en una espadaña doble con final triangular y pináculos con bolas en sus respectivos vértices.

De su interior, destacar el relieve de San Pedro “ ad vincula”, posiblemente obra de Rosendo Álvarez de Velasco allá por los años 1648-1649.