La construcción fue levantada en 1858 por Andrés Bebetos, artista polifacético y autodidacta oriundo de la zona. Suyas son también las imágenes y el crucifijo del interior y el cruceiro que se encuentra en las inmediaciones. Otras obras destacables de este autor son el Niño Jesús de la Iglesia Parroquial de Santo André de Trobe, y el Niño Jesús de la Corticela (Catedral de Santiago). La edificación es de planta rectangular con un cuerpo adosado en un lateral que en su primer tramo consta de varios arcos porticados y que acaba en forma de capilla con un balconcillo. En la fachada, sobre la portada, una hornacina expone una imagen policromada de la Virgen de los Remedios. A continuación un escudo en piedra que originariamente presidió el taller del artista. Remata la fachada una espadaña con una campana y que sostiene otra campana exenta.