A pesar de su origen románica, muy poco se aprecia de esta época, siendo enormemente reformada la iglesia en el siglo XVIII. La fachada constituye la parte más interesante del templo. Placas, columnas y otros motivos la decoran al estilo barroco.

Se encuentra también en este templo la escultura funeraria del cura Rodrigo Thomás (finales del siglo XVI), párroco de la iglesia de Santa Baia de Tines y natural de Calo. Él fue el fundador de la capilla lateral de san Tomé.

Como muestra de quien pagó la iglesia, en el exterior de la ábside se puede ver un escudo de armas presentado por una sirena. En los carteles se distinguen los símbolos de la familia Losada (tres lagartos bajo una loseta de piedra), los Calo (ocho aspas), los Castro (seis círculos) y de los Moscoso de Altamira (la cabeza de lobo).