El edificio de la Cátedra es uno de los más antiguos del casco histórico y su huella en la historia de la villa es indiscutible, hasta el punto de que desapareció hace 150 años y, aun hoy, transformada en Biblioteca Municipal, se resiste a perder su nombre. 

La Cátedra da Latinidade fue fundada en 1580 por el regidor Juan Beltrán de Anido, por orden testamentaria, para que funcionara como tal hasta la muerte de su mujer. Por lo tanto la casa es anterior a 1580, sufre el incendio de 1607 y fue reconstruida en 1621. Finalmente fue reedificada en 1822. Dichas fechas pueden ser leídas en su fachada en una placa y dos linteles situados encima de la puerta principal.

De la antigua fábrica del edificio se conservan los muros exteriores. En la fachada principal, junto a la puerta, a modo de orejeras, además de las inscripciones anteriormente citadas, hay dos escudos: uno de ellos es de la villa y el otro es desconocido, dividido en cuatro cuarteles, aparece labrada la banda de los Andrade. Se trata de una construcción de planta rectangular, con dos alturas que presentan una disposición simétrica en sus vanos. Sobresale el pequeño pórtico de columnas en la entrada. Los muros, revestidos de blanco, contrastan con las magníficas piezas de cantería a la vista en los esquinales.