La capilla se construyó  poco antes de 1772, con planta rectangular de una única nave. Carece de bóveda, excepto el presbiterio, estando cubierta con un techo de madera que no hace muchos años fue sustituido por otro de cemento armado.

En el interior destaca un retablo de piedra, de la segunda mitad del S. XVIII, formado por dos cuerpos en la banda central y uno en los laterales, separadas por columnas. En medio, el sagrario y el expositor, sobre lo que se asienta la imagen de la Virgen de Guadalupe, y por encima el arcángel San Miguel. En los laterales están las de la Inmaculada y San José.

Entre las imágenes antiguas hay que mencionar dos de la titular, datadas alrededor de 1760, una de madera en el altar mayor con el Niño Jesús en el brazo izquierdo y un cetro dorado en la mano derecha, y otra de piedra en la hornacina de la fachada que actualmente carece de Niño Jesús. También destaca una de Santa Bárbara, y entre las modernas, una de San Ramón Nonato, del escultor compostelano Xosé Rivas.  Un crucero y una fuente coronada con el busto de Vicente Ramos, obra del escultor Asorey, completan el conjunto arquitectónico.