Santuario que se comenzó a construir a comienzos del siglo XIX con la grandeza y estilo de Santa Eufemia de Ourense, quedando sin concluir. La tradición popular asegura que los franceses no se atrevían a pasar de este santuario. La arquitectura, pese a estar inacabada, llegando la construcción hasta el arranque de los arcos de la bóveda, muestra la grandiosidad con la que fue planificada. El edificio constaría de tres naves, mayor la central, comunicada con las laterales con arquerías y articulada con pilastras en las que se asienta el arranque de los arcos formeros. La plana se completa con crucero y capillas a ambos lados del presbiterio.
El retablo mayor organiza su iconografía en exaltación de la Virgen, rodeada de ángeles. La inspiración es la deuda con la obra de Domingo de Andrade en el baldaquino de la capilla de Santo Cristo de la catedral de Ourense, es patente en los dos grandes ángeles que en posición inclinada simular sostener sobre sus hombros la pesada carga de la estructura de madera. Consta el retablo de un cuerpo con hornacina, que alberga la pequeña imagen de la Virgen titular, entre columnas corintias, y relieves a ambos lados de la Anunciación y Asunción de la Virgen.