Piedra de unos 50 cm, que sirve de marco limítrofe entre las parroquias de Limodre, Maniños, Laraxe y San Martiño do Porto. La piedra está situada en medio de lo que era una ermita dedicada a San Lourenzo. La creencia popular dice que en origen fue un menhir. La superstición popular le atribuye poderes curativos, de ahí que incluso se efectúen ciertos ritos sanatorios en su entorno.