Edificio proyectado en 1891 por Manuel Felipe Quintana. Destaca la simetría de sus fachadas unidas por un chaflán con galerías en las dos últimas plantas. La decoración es de almohadillado continuo en sus cuatro plantas, con un estilo clasicista proporcionado por sus balcones corridos centrales y abalaustrados; sus pretiles también abalaustrados en los ventanales y las líneas salientes de las mampostas que recorren todo el edificio. Corona el edificio una cornisa muy decorada, con pretiles ciegos, balaustradas y pináculos.