El lugar de Vilar es un ejemplo representativo de aldea caurelana. Decenas de viviendas de la localidad son de pizarra y están tan pegadas unas a otras, que incluso comparten el tejado. Se pueden ver entradas sencillas o con patín y viejos sobrados de madera. La gran mayoría de estas casas están en muy mal estado, pero aún así merece la pena ver el pueblo y sus estrechas callejuelas de suelos pedregosos, con su encanto particular. También hay fuentes cubiertas de doble caño.
En el Lugar de Vilar también podemos visitar "a Casa do Ferreiro" con una singular muestra de "Trebellos e Aparellos" típicos de la zona.
Cruzando la aldea y siguiendo un pequeño sendero, nos acercamos al Castro de Vilar. Este conserva la configuración de un castro prehistórico. Este yacimiento arqueológico está situado encima de un espolón, en un meandro que hace el río Lor. Es uno de los más grandes de todo O Caurel. Pertenece a la serie de castros altos que defienden el camino del margen izquierdo del río.