La antigua escuela (1924) de la Fundación José Carrera acoge actualmente el consistorio corcubionés. La construcción de este edificio nace de la voluntad de don José Carrera Fábregas, natural de Corcubión y emigrado en Argentina, quien dona su patrimonio a la villa para la construcción de un Asilo (proyecto que nunca se llevaría a cabo) y una Escuela Práctica de Artes y Oficios.
El edificio sigue la tipología de las instituciones escolares de la época. Tiene un cuerpo central cuadrado que conecta las dos alas dispuestas simétricamente, en las que se distribuían las aulas. La Capilla, situada en el centro de la fachada y donde se guardarían las cenizas del fundador, era el elemento que marcaba la división del espacio. Fachada de corte clásico con un eje de simetría central marcado por el volumen de entrada que sobresale ligeramente del paño de la fachada, enmarcado por dos pares de pilastras corintias que actúan como contrapunto vertical frente a la horizontalidad de la fachada.