Construida por los jesuitas en el S. XVII, perteneció al colegio de la Compañía de Jesús hasta que, tras la expulsión de los jesuitas, pasó a ser la capilla de la Universidad desde 1769. Este hecho fue clave para la realización de una serie de modificaciones en el edificio. Su fachada principal de aire clásico, presenta las figuras de San Pedro y San Pablo situados en hornacinas laterales que sirven de marco al escudo real. El campanario que la culmina se hará años más tarde, en 1719. Pero lo realmente resaltable es su interior, en donde se ubican varios retablos que adornan las naves laterales, el crucero y el altar mayor. están consideradas como auténticas y exclusivas piezas del barroco, concebidos y realizados a lo largo del S. XVI