El Fuerte de San Damián, también conocido como Castillo de San Damián, es una fortificación situada en el municipio gallego de Ribadeo. Situado a orillas de la Ría de Ribadeo, su función fue la defensa del astillero y puerto de Ribadeo ante posibles ataques desde el mar.
La primera fortificación, de terrón y fajina, levantada en este lugar y dotada de cuatro piezas de artillería de hierro colado traídas de A Coruña, fue comenzada a construir en octubre de 1624 por Juan Alonso Idiáquez y Butrón, marqués de San Damián y Capitán General del Reino de Galicia, ante el aviso de un inminente ataque de una flota holandesa al astillero ribadense, en el marco de la Guerra de los Ochenta Años.
Aquella primera fortificación fue reforzada y ampliada ante las sucesivas amenazas de posibles ataques desde el mar en los años 1628, en el que ya aparece documentada como Fuerte de San Damián, 1632 y 1639, siendo abandonado durante los períodos de calma. En 1638 ya disponía de ocho piezas de artillería de hierro colado, al ser situadas en él otras cuatro piezas traídas a Ribadeo en 1622 por orden de Rodrigo Pacheco y Osorio, marqués de Cerralbo, que estaban situadas en el baluarte de A Atalaya.
La población de Ribadeo reclamó en varias ocasiones la retirada de la artillería y el desmantelamiento del propio Fuerte, especialmente en 1638 durante el Sitio de Fuenterrabía, ante el temor a ser tomado en caso de ataque enemigo y ser utilizada la artillería contra la propia villa.
El 27 de septiembre de 1719, durante la Guerra de la Cuádruple Alianza, pocos días antes de la Toma de Vigo, el Fuerte de San Damián de Ribadeo fue tomado por los ingleses, que lo destruyeron completamente, inutilizando o arrojando las piezas de artillería al mar. Fue reconstruido en el verano de 1743 siendo Juan Vergel y Reyllo ingeniero en jefe de Galicia, encargándose de la dirección de las obras Arnaldo Hontabat. Dispusieron para esta construcción de los fondos proporcionados por la Real Hacienda y de la mano de obra forzosa de las parroquias de la comarca.
En el año 1763 fue ampliado y reformado íntegramente según diseño del ingeniero Francisco Llovet, que es el trazado que presenta en la actualidad, según documentación conservada en el Archivo General de Simancas.1 Llegó a disponer de once piezas de artillería cuyo cuidado corría a cargo de los soldados y vecinos, que se tenían que turnar para hacer las guardias. Fue objeto de algunas pequeñas reformas en su distribución interior en el año 1769, según diseño del ingeniero Baltasar Ricaud.
Fue desmantelado por el ejército español a finales de enero de 1809, arrojando al mar varias piezas de artillería, ante la inminente llegada a Ribadeo por tierra de las tropas napoleónicas de Françoise Fournier durante la Guerra de Independencia. Fue definitivamente abandonado en el verano de 1810, viéndose sometido al saqueo del vecindario, tras haberse establecido en él durante unos meses el Hospital Militar de Asturias al ser levantado el situado en Oviedo con la llegada de los franceses.
Tras varios intentos fallidos de ser entregado a la Hacienda Civil a finales del siglo XIX, finalmente fue cedido por el ministerio del Ejército al ayuntamiento de Ribadeo en el año 1965, que llevó a cabo su restauración en 1990, según proyecto del arquitecto ribadense Ernesto Cruzado Estévez.
Está protegido bajo el amparo del decreto nº 125 de 5 de mayo de 1949 y declarado BIC en 1994.
En la actualidad se encuentra en proceso de diseño en él de un Centro de Interpretación de las Defensas Costeras de Ribadeo, coincidiendo con la celebración del 400 aniversario de la construcción de la primera fortificación.