En la costa gallega el mar entra de lleno en la vida de sus gentes, que se citan en la playa, en los acantilados, en el puerto o en la lonja.
Lo dejan entrar en sus casas, en sus mesas, en sus calles y en sus iglesias. Para advertirlo, os proponemos una jornada dedicada a rastrear las huellas saladas del Atlántico por ciudades, villas y pueblos marineros de las Rías Baixas. Seguiremos uno de los perfiles costeros más sinuosos que hayáis visto. Y nos detendremos en el poderío del gremio de mareantes de Pontevedra, en el singular tipismo marinero de Combarro y en la pujanza marisquera de O Grove y Cambados.