En tierras de frontera

Al pasar la aldea de Soutochao encontraremos señalizado el desvío hacia la cascada de A Cidadella. Dejaremos nuestro vehículo en el inicio de la ruta de senderismo, junto a un cartel de madera. Bajaremos una escalera donde se halla una pequeña área recreativa y dos molinos rehabilitados por una escuela taller.

El sendero a seguir no tiene pérdida, y está bien acondicionado, con postes con cuerdas en los tramos que pueden ser más resbaladizos, sobre todo en épocas de lluvias. Las mejores estaciones para disfrutar de las cascadas serán en otoño y primavera; en verano el calor puede ser asfixiante, a pesar de que buena parte de la ruta discurre por un bosque mixto de ribera, con robles o madroños entre otras especies. Saliendo de la zona boscosa aparece, de repente, la primera cascada, que salvamos por un puente de madera, que ofrece unas vistas amplias de esta zona raiana –fronteriza-. El sendero nos permite salvar el desnivel y acercarnos al pie mismo de la cascada de A Cidadella, de unos 30 m de altura. Si el nivel del río lo permite, podemos continuar por la parte baja del salto y cruzar el río por un puente y seguidamente ascender por una escalera hasta el área recreativa que sirve de mirador de la cascada, en la que encontraremos una reconstrucción de una cabaña de piedra.

El regreso lo podemos realizar por el sendero que hay por debajo de la carretera y enlazar con el camino que hicimos a la ida.