Casa sin ningún valor arquitectónico. Tiene un solo piso con techo a dos aguas. En la fachada destacan las inscripciones en la piedra, al lado de la puerta de entrada, en las que se dice que Felipe II pasó allí una noche en el año 1554. La historia recoge dos versiones acerca de la pernocta real en Calle. La primera cuenta que Felipe II viajaba de A Coruña a Santiago, por motivos reales o religiosos, cuando se puso a llover y el séquito pidió alojamiento en esta casa. También se especula con que dicha visita estaba prevista y la casa ya se había acondicionado para recibir al soberano. La segunda versión apunta que el rey se dirigía hacia A Coruña para tomar un barco, con destino a Gran Bretaña, cuando una gran tormenta lo sorprendió, teniendo que refugiarse en esta casa.