Celebrada cada mes de mayo coincidiendo con la honra a San Cidre (San Isidro), patrón de los agricultores, esta fiesta nació en los años 70 como una exaltación de la vida campesina y de las raíces rurales de Galicia. Su elemento más distintivo es el desfile de carrozas construidas artesanalmente por la vecindad, representando con creatividad las antiguas tareas del campo como la vendimia, las majas, la siega o la recogida del maíz. Cada carroza combina elementos decorativos hechos a mano con productos gastronómicos típicos que se ofrecen de forma gratuita al público: vino de la tierra, empanada, filloas, oreja o chorizo, entre otros.

La fiesta destaca por su fuerte implicación intergeneracional: mayores, jóvenes y niños trabajan mano a mano durante semanas, compartiendo conocimientos, valores y sentido de pertenencia. Este proceso colectivo convierte la preparación de la fiesta en un verdadero rito comunitario.

Además del desfile, se celebran actos religiosos, música tradicional, danza, juegos populares y espacios para el encuentro social, convirtiendo Oural en un referente de dinamización y orgullo del rural.

Organizada por la Asociación Comisión de Festexos de Camporrapado, esta celebración es un ejemplo vivo de patrimonio cultural inmaterial, siendo hoy símbolo de la creatividad, de la identidad local y de la memoria colectiva del país.

Para no perderse

Carrozas hechas a mano, vino de la tierra y tradición viva en cada calle.