RÍA DE FERROL

Rías y playas
2367

Localización

Coordenadas:
43º 28' 57.1" N - 8º 12' 28.6" W

Descripción

Alargada de oeste a este, la ría de Ferrol diseña el perfil de una espada marina que se incrusta en el continente. A su boca, estrecha, le sigue un angosto cañón que se abre camino de la desembocadura del río Grande de Xubia en donde vuelve a estrecharse.
El cabo Prioriño y la Punta do Segaño son sus límites más occidentales. Cuando el navegante traspasa las puntas del Vispón y Redonda, la ría abre sus horizontes y adquiere una forma ondulante con las ensenadas de O Baño, Mugardos y O Seixo en su ribera meridional y A Malata, Caranza y As Aceas en la septentrional.
La privilegiada configuración de la ría determinó su elección como centro neurálgico de la Marina de Guerra española en el siglo XVII. Este hecho condicionó su vida económica. Hubo que construir los castillos de San Carlos, San Cristóbal, San Felipe y de A Palma para su defensa. De ellos únicamente los dos últimos se conservan en buen estado.

En su margen septentrional se emplaza Ferrol, sobre un relieve plano que asciende suavemente hacia el norte entre los barrios de Canido y Serantes.
El barrio de la Magdalena, fruto de la racionalidad urbanística del s. XVIII, se adapta a la geometría natural de líneas que se cortan. Ciudad marítima e industrial, sus mejores edificios están en relación directa con la Armada.
Los astilleros y los servicios de abastecimiento de la Marina y los cuarteles, provocaron la atracción de Ferrol sobre su comarca que, progresivamente, fue perdiendo sus señas de identidad. La misma ciudad, a partir del siglo XVIII, adquirió una racionalización geométrica que se plasma en el Barrio de la Magdalena, quedando arrinconado el viejo Ferrol, íntimo y marinero.
A pocos kilómetros de Ferrol se encuentra la espléndida playa de Doniños orientada hacia el mar abierto. Asociada a ella, se ha generado la laguna de Doniños, un precioso paraje natural.
En torno a la ría, pese a su intensa transformación, aún se pueden encontrar hermosas estampas marineras, es el caso de las villas de Mugardos, que se ciñe a la forma redondeada de su ensenada, A Graña, Fene, Neda o Narón que todavía conservan bellos rincones. Otro tanto sucede con las aldeas de pasado marinero como O Seixo, San Felipe o Maniños.

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