Situado en la pintoresca Praza da Leña, desde donde antiguamente se distribuía la madera que servía para alimentar cocinas y chimeneas, O Eirado se ha convertido por méritos propios en sus veinte años de trayectoria en una destacada referencia de la oferta gastronómica de la ciudad de Pontevedra y de Galicia.

    A media mañana, al abrir la puerta de esta tradicional casa de piedra se percibe el olor del pan recién horneado, la primera preparación que se afronta diariamente en la cocina. La masa, para la que se emplean distintas harinas gallegas, fermenta durante 48 horas, y es el propio chef Iñaki Bretal quien la trabaja.

    Este cocinero lidera un equipo al que otorga confianza y al que reconoce como el corazón que impulsa este proyecto, con Raquel Fernández como sumiller. Sin tradición culinaria en la familia, recuerda que ya de niño admiraba lo buena e imaginativa cocinera que era su madre y la dureza del día a día de quienes salen a faenar, ya que su padre fue marinero. Criado entre el País Vasco y Galicia, son los recursos marítimos gallegos los que lo inspiran y de los que se nutre alrededor del 80 por ciento de su propuesta gastronómica.

    Durante la semana, Bretal acude varias veces a la lonja de Santa Uxía de Ribeira, ubicada en el principal puerto de bajura español, a elegir el pescado y el marisco con el que trabajará. Considera fundamental este contacto directo para conseguir un producto que ensalza en sus recetas, huyendo de acompañamientos que lo enmascaren, que se pueden degustar en los menús Curricán y Palangre. Defensor de la riqueza incomparable que ofrece el territorio gallego a cocineros y consumidores, este cocinero añora no poder tener una huerta anexa al restaurante, aunque el mercado de abastos vecino y algunos cultivos de su padre ayudan a suplir esta carencia.

    A cambio, su céntrica ubicación propicia la llegada de una clientela muy variada, enriquecida en los últimos años por los peregrinos que hacen el Camino Portugués, que aprovechan su escala en Pontevedra para degustar, gracias a O Eirado, la alta gastronomía gallega que, como apunta Bretal, vive actualmente un merecido reconocimiento.