La fábrica comienza en 1330 después del traslado de los dominicos a la nueva ubicación. La primitiva iglesia era más pequeña, encajada entre el convento y la iglesia románica de San Xoán de Porto (desaparecida completamente en 1730). Hacia 1400 se inician nuevas obras para construir la cabecera actual; la aportación del obispo Xoán Fernández de Soutomaior en 1423 fue fundamental para concluir la capilla mayor. Nave central, originalmente más larga, y cabecera de tres ábsides, dos de ellos (el mayor y el de la epístola) con bóvedas de abanico.

La portada principal es de 1730, y la lateral (acceso al crucero) del siglo XV. En el interior destacan sus retablos barrocos: el principal realizado por Antonio del Villar en 1744, magnífica obra de su madurez, donde destacan las imágenes de los santos dominicos; y en el crucero sur el extraordinario retablo de Nuestra Señora del Rosario, de arquitecto anónimo portugués, de 1740, con una representación de la batalla de Lepanto en su ático que lo hacen único en España. El convento dominico está conservado en casi su totalidad, pero en el siglo XIX desapareció su claustro.

Es una iglesia donde se enterraría la nobleza de la región (Soutomaior, Correa, Valladares, Troncoso de Lira) pero también los ricos mercaderes y artesanos de la ciudad.