Descripción
Numerosos pasos, algunos de ellos articulados y de gran interese artístico, protagonizan las solemnes procesiones de Semana Santa de Viveiro, en las que cofradías y Hermandades llenan de religiosidad y ambiente íntimo la calles de la localidad. Eucaristías, vía crucis, tamborradas… preceden a los días grandes. Los actos más llamativos comienzan el Jueves Santo, con la procesión de la Última Cena –el paso de la Cena fue creado en 1808 por un artesano que tomó a marineros del vecino puerto de San Cibrao como modelos para las figuras de los Apóstoles– y del Prendimiento, organizada por la Hermandad del Prendimiento, muy llamativo por sus túnicas y capuchas de colores roja y blanca. El Viernes Santo por la mañana tiene lugar la procesión del Encuentro, otra emocionante ceremonia en la que participan, junto al Cristo que cae, las tallas de la Dolorosa, San Juan y la Verónica, y que es seguida por la multitud desde los balcones y las calles con creciente interés. Por la tarde, tras el Desenclavo se celebra la procesión del Santo Entierro, la más lujosa de todas, con los portadores ataviados con negra ropa talar de larga cola y un gran capuchón con antifaz.
La Procesión de la Pasión tiene lugar en la media noche del Viernes Santo. En ella participan con sus respectivos pasos varias cofradías y hermandades, entre ellas la de las Siete Palabras y la de Mujeres de la Santa Cruz, ataviadas con su clásica mantilla. En la media noche, sale a las calles la procesión de la Soledad o de los Caladiños, con los pasos de la Verónica, San Juan y la Virgen de la Soledad, acompañados por una multitud de fieles con velas encendidas en el más impresionante recogimiento.
Para no perderse:
Procesión del Encuentro, en la Praza Maior y atrio de Santa María, una emocionante representación de las caídas de Cristo, con la cruz a la espalda, la Virgen, la Verónica y San Juan buscándolo.