Desayunamos en el Salón de Andrade, en el Parador de Vilalba. Nos ponemos en ruta dispuestos a iniciar nuestra aventura, siempre marcada por el discurrir del agua.
Nuestra primera parada es en el Pedregal de Irimia, donde nace el río Miño, un lugar ideal para la exploración del entorno y sus rocas, a sólo 5 km llegamos a Fonmiñá, donde el río Miño se estanca creando una laguna rodeada de mitos y leyendas a 600 metros de altitud.
Para comer… Lugo, después de recorrer su muralla callejeamos disfrutando de su gastronomía mientas nos empapamos de su pasado romano.
Llegamos al pueblo de Belesar en la Ribeira Sacra, encontramos un paisaje diferente, dominado por "socalcos" (terrenos aterrazados) donde adentrarnos en la cultura del vino visitando las bodegas de la zona.
Llegamos a la villa de Monforte, estamos en la capital de la Ribeira Sacra, donde nos alojaremos en su Parador. El museo del ferrocarril hará las delicias de los más pequeños y los amantes de este medio de transporte.
Por la mañana continuamos nuestro recorrido desde el Mirador de O Cabo do Mundo hasta la Playa de Cova, ideal para disfrutar del agua en esta calurosa zona en los meses de verano.
A 7 km río abajo, entre las localidades de Marce y Guítara, comienza la ruta de senderismo de Augacaída y Castro de Marce, con un espectacular salto de agua que no querrás perderte. Terminada la caminata, nos encaminamos dirección Os Peares para ver como el Sil une sus aguas al Miño.
Ourense es ideal para comer el típico pulpo u oreja cocida acompañados de vinos de la D.O. Ribeiro y para relajarnos en sus termas sobre el Miño.
Al atardecer llegamos a Ribadavia, capital de la comarca de O Ribeiro y famosa por su judería. Nuestra siguiente parada será a 30 km, en Arbo, donde la reina de la mesa es la lamprea, que cuenta con su propio centro de interpretación.
Pasaremos la noche en O Baixo Miño, en el Parador de Tui que reproduce fielmente un bonito pazo tradicional gallego.
Por la mañana visitaremos Tui, situado en la falda del Parque Natural del Monte Aloia. Cruzando el Puente Internacional encontramos Valença do Miño (Portugal) con su fortaleza, que encierran historia y mucho comercio.
Nuestra última parada será la desembocadura del Miño en A Guarda, pero si preferimos las alturas, el final obligado será el Monte Santa Tecla.