El itinerario de esta jornada os lleva por una de las costas más agrestes de la ría de Vigo. La Costa de la Vela nos da la bienvenida a sus aguas, que bañan playas de arena blanca de las que se cuentan impresionantes leyendas sobre monstruos marinos.

Veo Cangas, veo Vigo,
también veo Redondela,
veo el Puente de Sampaio,
camino de nuestra tierra.
     Canción tradicional gallega
 
Si voy a Bueu voy en un bou,
sin no voy a Bueu no voy en un bou
     Trabalenguas tradicional

Recorrido

Comenzamos nuestro recorrido en la parte más occidental de la península del Morrazo, en las exóticas playas con vistas a las Cíes del ayuntamiento de Cangas. Un paseo por el centro de este pueblo y tomar un aperitivo en sus animadas terrazas son la mejor manera de comenzar esta jornada de playas salvajes. La playa de Nerga será nuestra primera parada. Esta destaca especialmente por el complejo dunar y por sus aguas tranquilas. En silencio en la orilla del mar, sentados junto a alguna de las rocas o de las coloridas barcas de pescadores que reposan en la arena,  dejaos llevar por el sonido hipnótico del batir de las olas cerca de vosotros.

Siguiendo la ruta por la costa, alcanzamos la playa de Barra. Para llegar hasta ella, tendréis que acceder por pistas sin asfaltar que os irán introduciendo en la salvaje naturaleza, al tiempo que el estrés desaparece mientras se reactivan todos vuestros sentidos. Tras atravesar a pie un camino de tierra y siguiendo el olor del salitre, llegaréis a la más conocida playa nudista de las Rías Baixas, que cuenta con un arenal de más de un kilómetro. Después de la caminata entre árboles, toca descalzarse y regalarles a los pies un suave masaje con la arena fina. Jugar a cubrir las huellas de otros caminantes o las de las mismas gaviotas que atestan las rocas mientras aguardan por su comida, os relajará de inmediato. La playa de Barra es ventosa, pero ideal para el baño por tener un oleaje moderado.

Completando este conjunto, encontraréis una playa un poco más íntima, pero de igual belleza. La  playa de Melide os aguarda rodeada de un gran pinar encargado de proporcionar refugio en las horas de más calor. Desde este arenal, la vista sobre las Cíes es grandiosa, parecen tan próximas que no da la impresión de que estén separadas de la tierra.

El faro que permite la entrada en la ría...

Otro lugar que os ofrecerá unas vistas espectaculares de las islas es el faro de cabo Home, situado en el punto de la Península Ibérica más próximo a las Cíes. Rodeado por agrestes acantilados, pertenece a la formación luminosa que permite la entrada a la ría de Vigo. La densa niebla que invade la costa frecuentemente provocó que desde 1888 el faro cuente con una sirena a la que se le puso lo apodo de la “Vaca de Fisterra”, como la del mítico faro de la Costa da Morte, para avisar a los navegantes del peligro existente.

Como muchos otros lugares en los que ocurrieron tragedias, cabo Home alberga leyendas sobre monstruos causantes de naufragios. La más popular es una que perdura, gracias a la tradición oral, desde hace más de cinco siglos. Por aquella época, todos los pescadores que sobrevivían a la fuerza del mar salvaje de cabo Home anunciaban que la mayoría de los barcos se hundían de manera extraña, y que vislumbraban unos dientes afilados. Un día oscuro de tormenta el monstruo marino salió del agua y amenazó con devorar a todos los habitantes de Hío. Según cuentan, era más grande que 143 elefantes, pero un guerrero llamado Oridón decidió enfrentarse a él. Después de muchos intentos, encontró la manera de acabar con él gracias a su escudo y a la aversión del monstruo a la luz solar. El monstruo de cabo Home, agonizando, se hundió en el mar dejando sus púas fuera y poco a poco se fue petrificando. Hoy en día, esas púas todavía son visibles, ya que ahora son las rocas afiladas que hay junto al acantilado de cabo Home. Acercaos a verlas, pero cuidado con despertarlo…

Caminar por el entorno del faro es una invitación a mezclarse con la naturaleza en estado puro. Sentarse en los acantilados y contemplar como un mar blanco de espuma lucha con las duras rocas de la costa con un batir rítmico es una experiencia inolvidable. También podréis perderos por los caminos que rodean los distintos faros y las playas de la zona mientras la brisa de la ría os acaricia. En cabo Home no hay espacio para el asfalto, la mano del hombre es prácticamente imperceptible y la fauna y la flora se hacen dueñas del lugar.

Yendo por la carretera de la abrupta Costa de la Vela dejad por un rato la línea del mar para subir al Facho de Donón, situado en la parroquia del mismo nombre. Llegaréis a él tras hacer una caminata por un sendero de piedras que se va empinando a medida que nos acercamos a la cumbre. La palabra facho alude a la pequeña torre del siglo XVII construida con restos de aras romanas, que pudo ser empleada cómo torre de vigilancia para avisar de los ataques de los piratas turcos. Su situación privilegiada en lo más alto de la zona garantiza las mejores vistas de las islas Cíes, de la isla de Ons, así como de las entradas de las  rías de Vigo y de Pontevedra. En días de buen tiempo, incluso podréis llegar a vislumbrar Baiona. Según la tradición popular, en este punto se acostumbraba a encender una fogata que servía como faro para los pescadores de la zona al tiempo que alertaba a los poblados vecinos del interior de cualquier peligro que se acercara por la costa.

Pero el monte Facho de Donón no es sólo especial por las increíbles vistas, sino también porque justo en el punto más alto podréis encontrar los restos de un poblado castreño y un santuario galaico-romano del siglo III d. C. al aire libre dedicado al dios Berobreus.

Cerca de Donón, la próxima parada y última es la parroquia de Aldán. Aquí os aguardan el cruceiro de Hío, una de las grandes maravillas del patrimonio etnográfico de Galicia. Este cruceiro del siglo XIX está tallado casi en su totalidad en un sólo bloque de granito. Adán y Eva ante el pecado original, la Virgen del Carmen auxiliando las ánimas del purgatorio o la Virgen María pisando la cabeza del demonio-dragón son sólo algunas de los pasajes bíblicas que podréis observar.

El 16 de agosto, día del santo, tiene lugar delante de este mismo cruceiro la danza de San Roque do Hío, también llamada de los Peregrinos. Participan en ella veinte bailarines, todos hombres, que se encargan también de los papeles femeninos, ataviados con un traje muy similar al de los peregrinos. Sin duda ninguna, dejamos esta tierra mágica de la costa de las Rías Baixas sumergidos en su naturaleza y en sus hermosas y a veces aterradoras historias pescadoras, férreos testigos de una tierra acostumbrada a convivir con el mar.

Después de esta inmersión en la cultura y en la naturaleza  de la zona y, como broche final a esta jornada, podréis satisfacer el paladar en alguno de los restaurantes de Cangas donde encontraréis una gran selección de los mejores y más frescos mariscos y pescados, así como una gran selección de vinos blancos de esta parte de Galicia.

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