Este recorrido entre las villas de Betanzos y Ortigueira nos permitirá acercarnos a la zona norte de Galicia. Quien ya la visitó en alguna ocasión sabrá que cuenta con muchos y muy variados encantos. Por su belleza natural, sus monumentos y sus tradiciones, dejará una huella en la mente de quien la elija para pasar unos días de descanso.

Nuestros pasos discurrirán dentro de los límites de la provincia de A Coruña, fundamentalmente pegados a la costa, pero realizando alguna incursión hacia el interior. El paisaje característico es una fusión de mar y montaña. El litoral nos regalará sus numerosas y hermosas playas, adaptadas a todos los gustos. Las hay dulces y recogidas, resguardadas del oleaje por la protección de las rías, pero también existen otras salvajes y abiertas a la fuerza del océano. El relieve de las sierras de A Faladoira y de A Capelada hacen que nos movamos en un terreno hermoso pero difícil. Incluso a la orilla del mar se consiguen alturas superiores a los 500 m, lo que permite la existencia de espectaculares acantilados.

Por su belleza natural, sus monumentos y sus tradiciones, dejará una huella en la mente de quien la elija para pasar unos días de descanso.

La combinación de lluvias frecuentes y terreno montañoso da como resultado la formación de numerosos cursos fluviales. El más importante de ellos es el río Eume. Nace en las cumbres de la sierra de O Xistral, a más de 1.000 m de altitud, y desemboca en la ría de Ares. En su recorrido riega el Parque Natural de las Fragas do Eume, un auténtico paraíso de vida natural. Está considerado uno de los bosques atlánticos más importantes de Europa y acoge gran cantidad de especies animales y vegetales.

En el plano cultural, Betanzos es una pequeña joya dotada de numerosos monumentos. La villa de Pontedeume y los monasterios de Monfero y Caaveiro, por citar algunos ejemplos, completan el repertorio artístico que admiraremos hasta llegar a Ortigueira, situada en la hermosa ría del mismo nombre.

Entre las numerosas celebraciones que tienen lugar en estas tierras, destacan dos que, con permiso de todas las demás, merecen una mención especial. Por una parte, la peregrinación al santuario de Santo André de Teixido. Por la otra, con carácter más lúdico, el Festival Internacional do Mundo Celta de Ortigueira.

 

Recorrido

Proponemos una ruta de baja dificultad, con la ayuda de un vehículo, realizando cortos recorridos a pie, apta para todos los públicos e ideal para realizar en familia. La duración estimada es de tres días. La distribución de los tiempos debe tomarse a modo de ejemplo, ya que cada uno podrá variarla según sus preferencias.

Día 1º

Comenzamos nuestro recorrido en BetanzosCiudad de los Caballeros”. No resulta fácil, por su cantidad y calidad, sintetizar los atractivos de la localidad en unas pocas palabras. Betanzos tiene algo para cada visitante. Para los que buscan sosiego y descanso, rincones de gran belleza natural al lado de los ríos Mendo y Mandeo.

Para los más dinámicos, unas fiestas famosas en toda Galicia. Para los amantes del patrimonio artístico, un amplio y valioso repertorio en el que destacan las iglesias de Santa María de Azougue y de San Francisco, ambas merecedoras de la declaración de Monumento Nacional. La iglesia gótica de Santa María fue construida en el siglo XIV sobre los vestigios de otra de estilo románico. La iglesia de San Francisco, también gótica, era parte del monasterio del mismo nombre, fundado en el siglo XIII.

Tampoco podemos olvidar el recinto conocido como O Pasatempo. Se trata de un parque construido por los hermanos García Naveira, verdaderos filántropos al servicio de su Betanzos natal, en el que se alternan fuentes, jardines y esculturas de todo tipo y naturaleza.

Una vez visitados estos y otros puntos, salimos de Betanzos por la N-651 o por la AP-9 en dirección a Pontedeume. Después de 16,5 km, a la altura de la localidad de Campo Longo, nos desviamos a la derecha hacia el monasterio de Monfero, al que llegaremos tras recorrer otros 16,5 km. En este conjunto histórico-artístico de llamativa fachada podremos visitar la iglesia que sirve como templo parroquial. Acudiremos en horario de culto.

Partimos de nuevo hacia Campo Longo. Desde allí, tras recorrer dos kilómetros escasos, llegamos a Pontedeume. En el centro de la villa visitaremos la Torre dos Andrade, parte conservada del antiguo pazo condal. Y también podemos acercarnos hasta la Torre da Homenaxe del antiguo castillo, fuera de la villa, en la cumbre de Pena Leboreira. Dos símbolos del antiguo y fuerte poder que ejerció el linaje de los Andrade sobre estas tierras.

Nuestro siguiente destino es el monasterio de Caaveiro. En Pontedeume tomamos el desvío a la derecha antes de cruzar el puente del río Eume, justo en la gasolinera. Recorremos 4 km hasta el lugar de Ombre. En este punto giraremos a mano izquierda en un desvío, accediendo de este modo a una carretera local. Esta vía nos llevará, bordeando el río Eume, hasta Caaveiro. En nuestro caminar, penetraremos unos 10 km en el Parque Natural das Fragas do Eume, considerado como uno de los bosques atlánticos más importante de Europa. Acoge multitud de especies animales y vegetales de gran valor, todas ellas fundamentales para el equilibrio biológico de esta hermosísima zona.

A la entrada del Parque encontramos el Centro de Recepción de visitantes donde nos pueden informar de las actividades a realizar en este espacio natural así como las condiciones de visita del monasterio. En temporada alta hay restricciones para los vehículos de particulares, siendo obligatorio abordar los autobuses gratuitos facilitados por el Parque. Aconsejamos conseguir más información en el Tel.: 981 432 528. Lleguemos en autobús o en coche propio, recorremos 500 metros más desde el aparcamiento.

Cruzaremos el río y superaremos una pequeña pendiente que nos permitirá admirar un hermosísimo paisaje. Caminando por un pequeño camino que sale a la derecha podemos acceder al antiguo molino y al puente sobre el río Sesín. En Caaveiro, al lado de un Eume que serpea entre montes, y rodeados de una espesa foresta, descubriremos por qué este entorno deja una profunda huella en todo aquel que lo visita.

Para finalizar nuestra jornada, desandamos el camino y volvemos a Pontedeume.

Día 2º

Esta segunda jornada comienza en Pontedeume, desde donde nos dirigimos a Ortigueira, circulando por la N-651 o por la AP-9 en dirección a Ferrol.

El municipio de Ortigueira ocupa el espacio existente entre las sierras de A Capelada y A Faladoira. En cifras absolutas, no se puede decir que estemos ante grandes cumbres (la altitud máxima apenas llega a los 600 m), pero sí que se trata de un terreno abrupto, complicado aún más por la cercanía de la recortada línea de costa. Precisamente, la conjunción de estos dos elementos, monte y mar, es la señal de identidad paisajística más reconocible de esta zona. La ría de Ortigueira es amplia en su entrada, pero se retuerce en giros y curvas al penetrar en la tierra. Pararemos para visitar la iglesia parroquial de Santa Marta y el antiguo convento de los Dominicos. Además, haremos bien en conocer alguna de las numerosas y hermosas playas que engalanan esta parte del litoral norte de Galicia.

Dejamos atrás Ortigueira saliendo por la AC-862. Pocos kilómetros después, tomamos un desvío señalizado hacia Cariño, situado a 17,8 km de este punto, aún en las márgenes de la ría de Ortigueira. Esta localidad, poseedora de un fuerte carácter marinero, es la puerta de entrada a una zona de especial belleza. Nos encontramos en el extremo norte de Galicia y, por extensión, de toda la Península Ibérica. Si a esta privilegiada localización unimos la presencia próxima de la sierra de A Capelada, tendremos todos los ingredientes necesarios para un paisaje realmente hermoso. Los montes de la sierra nos ofrecen unas impresionantes vistas sobre las rías y sus pueblos.

A poca distancia, sólo unos kilómetros en dirección norte, visitaremos el cabo Ortegal, rodeado de impresionantes acantilados que nos sitúan frente al lugar en el que el Océano Atlántico se funde con el Mar Cantábrico. En este punto, al borde de un océano que se extiende hasta perderse en la línea del horizonte, ponemos fin a nuestra segunda jornada de ruta.
 

Día 3º

Salimos de Cariño en dirección a Santo André de Teixido. A pocos kilómetros de distancia se encuentra, perfectamente señalizado, el mirador de Montes de Miranda. Desde esta atalaya, enclavada en la serra de A Capelada, admiraremos las inmejorables vistas sobre la ría de Ortigueira y Cariño.

Para movernos por este entorno, algo que no deberíamos dejar de hacer en nuestra visita a estas tierras, es muy recomendable realizar pequeños tramos a pie. El terreno es escarpado, pero este inconveniente se ve compensado por los tesoros naturales de la zona.

Disfrutaremos de la presencia próxima de especies animales, como el zorro y el caballo salvaje, entre otras muchas. Mención especial merece el azor, un ave rapaz que encuentra en los espacios de la serra de A Capelada el ambiente perfecto para lanzarse vertiginosamente, en majestuoso vuelo, tras sus presas. La vegetación de este espacio combina, de forma harmoniosa, espesos bosques con amplios prados, en los que pastan, con su proverbial paciencia, grupos de vacas dispersas aquí y allá.

Retomamos nuestro camino hacia Santo André de Teixido, circulando por la carretera local que viene de Cariño. A poca distancia encontramos el mirador de la Garita de Herbeira. Permite una vista espectacular sobre el mayor acantilado de la Península Ibérica y unos de los mayores de la Europa continental: 600 m de caída sobre el mar, con una pendiente superior al 80%.

Cuando lleguemos a Santo André de Teixido, la siguiente parada en nuestra ruta, nos encontraremos en uno de los lugares de culto y peregrinación más importantes de Galicia. Según el dicho popular, a Santo André de Teixido "va de muerto el que no fue de vivo".

Dejamos Santo André y circulamos en dirección a Cedeira, situada a 23,5 km. Para reponer fuerzas, en esta bien conservada villa marinera podemos degustar el rape a la cedeiresa. También podemos acercarnos al faro de Punta Candieira para contemplar una buena panorámica de la ría.

La franja de costa entre Cedeira y Ferrol cuenta con numerosas y hermosas playas. De todas las existentes, citaremos las de Vilarrube, Pantín y Valdoviño. En Valdoviño, además del avistamiento de pájaros en la laguna de A Frouxeira podremos contemplar la bravura del océano batiendo contra sus acantilados.

Para finalizar la jornada, después de recorrer unos 35 km desde Cedeira, llegamos a Ferrol. Esta importante ciudad es parada obligatoria. Hay que dedicar más de una jornada a conocer el diseño urbano único, típico de la Ilustración, así como unos alrededores donde la naturaleza impone toda su fuerza.

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