A Ribeira Sacra comprende las tierras bañadas por los ríos Sil y Miño en la zona del interior de Galicia donde confluyen los dos ríos. En los últimos kilómetros antes de desembocar en el Miño, a la altura de la aldea de Os Peares, el Sil discurre en la frontera entre las provincias de Lugo y Ourense a lo largo de un profundo cañón, creando de esta forma un paisaje impresionante e inusual, convertido en la seña de identidad de este territorio.

En esta zona, con numerosos parajes bucólicos y otros más agrestes, monjes y ermitaños se asentaron en los inicios del cristianismo para practicar la vida ascética. Estos asentamientos dieron origen, con el paso del tiempo, a florecientes monasterios que irradiaron arte, cultura y progreso material a toda Galicia. De ahí el nombre de Ribeira Sacra, del que existe constancia escrita desde el siglo XII, aunque parece ser una distorsión de rovoyra sacrata (‘roble sagrado’), según consta en el documento fundacional de Montederramo otorgado en Allariz en 1124.

El monasterio más importante es el de Santo Estevo de Ribas de Sil, un centro de poder que no estaba limitado al ámbito religioso, ya que su abad fue durante siglos el encargado de administrar justicia y nombrar escribanos y funcionarios de aduanas.

Como herencia de los últimos 1500 años, esta zona de Galicia posee un valioso patrimonio en el que no faltan castillos, iglesias, pazos o puentes. Su riqueza histórica se completa con restos arqueológicos pertenecientes a la Edad del Bronce y a la Edad del Hierro, así como otros vestigios que atestiguan la presencia de las legiones en este punto del extremo occidental del Imperio romano.

El relieve de la Ribeira Sacra está formado por mesetas y montes suavizados por la erosión, que dan paso, de forma abrupta, al canal del Sil. El resultado es un canón que se formó hace millones de años y que, en algunos lugares, alcanza una profundidad de 500 m. Debido a la construcción de varios embalses, el río tiene un tramo navegable de 40 km. Los cruceros en catamarán, uno de los atractivos turísticos de la zona, nos permiten disfrutar de los rincones más apartados, que serían inaccesibles de cualquier otro modo por la dificultad del terreno. En la parte superior del cañón abundan los miradores suspendidos sobre el río, atalayas ideales para contemplar un paisaje de singular belleza.

Las posibilidades de turismo activo van desde el senderismo hasta el rappel o descenso de cañones, pasando por el parapente, las rutas a caballo y la bicicleta de montaña.

La vegetación se compone de robles, castaños, abedules y ameneiros, además de tojos, retama y piornos. El paso de las estaciones transforma los colores de la tierra al ritmo que marca la naturaleza. Entre los cultivos destacan los viñedos, dispuestos en bancales o terrazas, en ocasiones acompañados de cipreses. Los vinos de la comarca, complemento perfecto de una apreciada gastronomía, se comercializan bajo la Denominación de Origen Ribeira Sacra.

La particular orografía de estos parajes los convierte en un entorno privilegiado para la práctica de todo tipo de actividades al aire libre. Tampoco debemos olvidar la proximidad de la estación de esquí de Cabeza de Manzaneda. Para los espíritus menos atrevidos, existe un variado repertorio de fiestas tradicionales, gastronómicas y eventos culturales para disfrutar en la zona.

Recorrido

Proponemos una ruta de dificultad baja, con el apoyo de un vehículo, realizando recorridos cortos a pie, apta para todos los públicos e ideal para realizar en familia. La duración estimada es de cuatro días. La distribución de tiempos deberá tomarse a modo de ejemplo, ya que cada uno podrá variarla según sus preferencias

Día 1º

Durante nuestra primera jornada de ruta permaneceremos en la localidad lucense de Monforte de Lemos, considerada la puerta de la Ribeira Sacra. Cuenta con un extenso patrimonio compuesto por monasterios, castillos, pazos, conventos y puentes. Estos atributos la convierten en una parada imprescindible para el viajero que sabe apreciar el arte y la historia.

A Terra de Lemos se extiende a lo largo de una fértil llanura, atravesada por el río Cabe y dominada por el monte de San Vicente, corazón de Monforte de Lemos. La denominación «Lemos» viene de lemavos, nombre de un pueblo prerromano de probable origen celta, del que existen testimonios en la zona en forma de numerosos restos arqueológicos. Como hicieron los romanos y los suevos en siglos posteriores, los lemavos decidieron instalarse en este enclave por la ubicación estratégica que ofrecía. Los geógrafos de la época se refirieron a este asentamiento como Castro Dactonium. En otras ocasiones también se utilizó el nombre de Monte Forti, antecesor directo del actual Monforte.

En el siglo VIII, el ya cristianizado Castro Dactonium fue destruido por los árabes. Sobre sus ruinas se erigió más tarde el monasterio de San Vicente do Pino, desde el que creció, como gran mercado agrícola y ganadero, la villa medieval de Monforte de Lemos. El monasterio, convertido en parador de turismo, forma parte, junto con la Torre da Homenaxe y el Pazo dos Condes de Lemos, del conjunto monumental de San Vicente do Pino, el punto perfecto para iniciar nuestra visita a la localidad.

Del Pazo dos Condes de Lemos, señores de estas tierras, en la actualidad se conservan algunas edificaciones que forman parte del parador de turismo. En su época dorada, sus salas servían tanto para ejercer el poder de forma temible, como para celebrar fastuosas fiestas. De sus paredes colgaban tapices flamencos y obras de Tiziano, Rafael y El Greco. En sus archivos se guardaban importantes documentos de uno de los linajes más importantes de aquellos tiempos. Todo aquello quedó reducido a cenizas tras un incendio ocurrido en 1672, siendo reconstruido posteriormente.

La herencia medieval de Monforte de Lemos se completa con las murallas y con sus torres. Su trazado es irregular, circunstancia que se atribuye a que fueron construidas en diferentes etapas. El recinto tiene tres salidas: la puerta de la Cadea Vella, la de la Alcazaba y la Nova, en la que se puede apreciar el emblema de los condes grabado en mármol.

A pocos metros de la muralla se encuentran algunas de las calles más representativas del casco antiguo, como la rúa da Cadea Vella, la rúa dos Fornos o la rúa do Burato. Paseando por ellas podremos admirar las numerosas casas blasonadas que existen en Monforte, como la de Ribadeneira y la de Quiroga. En estas calles y plazas se instaló una gran comunidad judía en los últimos años de la Edad Media (junto con la de Ribadavia, la más importante de Galicia), que contribuyó a impulsar la vida comercial de la localidad. De hecho, Monforte de Lemos pertenece a la red de juderías Sefarad.

Continuamos nuestro recorrido cruzando el río Cabe por el ponte Vella. Se trata de una construcción de origen romano, aunque su configuración actual data del siglo XVI. Consta de seis arcos semicirculares y en él se aprecian algunos detalles medievales. A continuación, visitaremos el convento de las Franciscanas Descalzas, también llamado de las Clarisas. Más que en la arquitectura del edificio, su interés radica en el museo de arte sacro, que acoge la principal colección de arte italiano del siglo XVII que hay en Galicia, pero también piezas de la Escuela Castellana, como una escultura de Gregorio Fernández. Si seguimos el curso del Cabe llegaremos al Colexio de Nosa Señora da Antiga, un imponente edificio conocido como «el pequeño Escorial gallego». Destaca el retablo mayor del artista gallego Francisco Moure, finalizado por su hijo tras su muerte. En el museo de esta construcción de estilo renacentista herreriano de finales del s. XVI se conservan varias obras de El Greco y Andrea del Sarto.

El patrimonio histórico-artístico de Monforte de Lemos se completa con la igrexa da Régoa, antiguamente conocida como convento de San Xacinto, situada en el casco antiguo. En ella destacan el altar mayor y su órgano, uno de los mejores de Galicia, perfectamente conservado a pesar de sus trescientos años de antigüedad. así como su artesonado. Otros monumentos de interés son la ermita de San Lázaro, el puente de los Picos, el Parque dos Condes y el Pazo de Tor. Para visitar este último debemos recorrer 8 km por la carretera de Escairón. El pazo data del siglo XVIII y se conserva en excelentes condiciones. En su interior hay una biblioteca con más de 8000 volúmenes, armas, cortinas de Damasco, joyas y muebles antiguos.

Como nota curiosa, en este pueblo se encuentra una de las casas más estrechas del país. Mide 1,50 m de ancho por 20 m metro de fondo y consta de cuatro pisos y una planta baja.

Día 2º

Después de conocer los puntos de interés de Monforte, salimos por la carretera C-533 en dirección a Escairón, localidad a la que llegamos después de recorrer 13,8 km. Continuamos hasta desembocar en la CRG-22. Una vez recorridos 10,6 km, llegamos a las compuertas del embalse de Belesar, y muy cerca a la izquierda se encuentra el desvío hacia la iglesia de Santo Estevo de Ribas de Miño. Tras admirar la iglesia y el hermoso entorno que lo rodea, nos dirigimos hacia la aldea de Belesar. En el entorno de esta aldea se cultivan los viñedos que dan lugar a los afamados vinos da comarca.

Desde Belesar podemos tomar el catamarán que recorre el embalse de Os Peares descendiendo por las aguas del río Miño. Esta excursión de ida y vuelta tiene una duración aproximada de dos horas, llegando al llamado cabo do mundo, la curva que hace el río a la altura de Nogueira de Miño. Para más información, recomendamos visitar la web habilitada por la Diputación de Lugo (https://reservas.rutasembalses.es)

Desde Belesar volvemos a la carretera LU-533 en dirección a Monforte de Lemos. A poca distancia tomaremos el primer desvío a la izquierda, en dirección Pesqueiras. Una vez en el stop, cogeremos la LU-617 a la derecha hasta encontrar la carretera señalizada hacia las aldeas de Buxán y Diomondi, nuestra siguiente parada para conocer la iglesia de San Paio de Diomondi, situada al pie del Camino de Invierno. Continuamos nuestra ruta hacia el castro de Ferreira acercándonos al Ecomuseo de Arxeriz, que acoge una interesante muestra etnográfica, además de tener un castro y ofrecer vistas al llamado cabo do mundo. La siguiente parada será el lugar de Mosteiro, donde se encuentra la iglesia de San Miguel de Eiré, una de las construcciones más peculiares del románico gallego del siglo XII.

Desde O Castro de Ferreira, capital del municipio de Pantón, podemos acercarnos a otros dos monumentos importantes. El primero es el mosteiro das Madres Bernardas. Está situado a las afueras de la villa hacia el este y tiene la peculiaridad de ser, desde su fundación y de forma ininterrumpida, el único ocupado por mujeres en toda Galicia. Se puede visitar su iglesia y también comprar su repostería monacal. De vuelta a Castro, podemos echarle un vistazo a la casa do concello, cuyos orígenes se remontan al siglo XVII. La última visita en los alrededores sería la iglesia de San Fiz de Cangas, románica de finales del siglo XII, situada unos kilómetros hacia el sur.

De vuelta a Castro, tomaremos la carretera N-120 dirección Ourense hasta el alto de Guítara. Seguimos luego hacia Os Peares hasta encontrar el desvío señalizado a la derecha que nos llevará a la iglesia de Santo Estevo de Atán, en la que destacamos sus antiguas celosías. Volviendo la carretera por la que veníamos, llegaremos a Os Peares, localidad repartida entre dos provincias y cuatro concellos. Poco antes de entrar en ella, tenemos una carretera estrecha por la que conviene circular con precaución, que nos acercará a San Vicente de Pombeiro, otra de las joyas románicas del municipio de Pantón. A través de unas cristaleras podremos vislumbrar parte de su interior.

Una vez finalizada esta visita regresamos a Os Peares, donde pondremos fin a nuestro segundo día de ruta. Hay opciones de alojamiento en establecimientos de turismo rural, o bien nos podemos acercar hasta Ourense, que se encuentra a unos 18 km.

Día 3º

Empezamos la mañana de nuestra tercera jornada saliendo de la población de Os Peares, punto en el que confluyen las aguas del Miño y el Sil. Antes de cruzar este último, cogeremos la carretera de la derecha aunque sea de propiedad privada, ya que está permitido circular por ella remontando el río hacia el embalse de Santo Estevo. Nuestro camino sigue el curso del río, adentrándose en su cañón, por lo que se recomienda circular con precaución. Por la otra margen del río pasa la vía del tren. En las tierras de la ribera podemos ver los bancales o terrazas dispuestos para el cultivo de la uva con la que se elaboran los vinos de la Ribeira Sacra.

A 1,3 km de Os Peares dejamos a mano izquierda las compuertas del embalse de San Pedro y, unos kilómetros más adelante, nos encontraremos con un cruce; a la izquierda veremos la carretera que va hacia la estación de ferrocarril y Pantón. Aquí el río Sil recibe las aguas del Cabe y, desde el mismo puente, podremos vislumbrar el monasterio de Santo Estevo, casi suspendido sobre el cañón. Continuamos nuestro camino hasta llegar al embalse de Santo Estevo, con una breve parada en su mirador para observar la presa, de más de 100 m de altura. A continuación bordearemos sus aguas. Tras recorrer 11,6 km desde Os Peares, encontraremos un desvío a la izquierda que, en tan solo 1 km, nos llevará al embarcadero de Santo Estevo. Desde este punto parten las embarcaciones que recorren sus aguas, ofreciendo rutas de diferentes duraciones.

Algunas de estas rutas pueden incluso llegar hasta el embarcadero situado al pie del puente de la carretera que une Castro Caldelas con Monforte de Lemos. Durante la travesía descubriremos cascadas, bancales con viñedos, curiosas formaciones rocosas o podremos vislumbrar el campanario de Santa Cristina de Ribas de Sil sobresaliendo entre la arboleda. Además, pasaremos cerca del enclave conocido como Os Torgás - Os Balcóns de Madrid. En las orillas existen pequeños embarcaderos utilizados por los viticultores de la zona para transportar la uva en época de colecta. En algunos casos, la salida al embalse es la única que existe. Después de admirar estos paisajes, daremos por finalizada nuestra jornada matinal.

El itinerario de la tarde de esta tercera jornada en la Ribeira Sacra parte del embarcadero de Santo Estevo en dirección a Loureiro y Luintra. Después de poco más de 4 km llegaremos a una encrucijada. Si giramos a la izquierda, nos dirigiremos hacia Parada de Sil para acercarnos al monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil y al lugar conocido como Os Torgás - Os Balcóns de Madrid. Por el contrario, el ramal de la derecha nos llevará al monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil.

Proponemos visitar primero Santa Cristina de Ribas de Sil, así que giramos a la izquierda. Poco después de entrar en el municipio de Parada de Sil podremos disfrutar del miradoiro de Cabezoás, que nos ofrece unas vistas magníficas del cañón del río Sil. En el lugar de Caxide veremos un singular campanario de hierro forjado. A una distancia de 14,3 km desde la intersección de Loureiros se encuentra Parada de Sil. El monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil está a 4,5 km de esta población, tomando un desvío a la izquierda. En épocas de gran afluencia es necesario reservar la visita, que incluye el desplazamiento en autobús lanzadera desde Parada de Sil (consultar la página web https://turismo.ribeirasacra.org/reservas). Después de la visita, desandamos el camino y nos incorporamos de nuevo a la carretera. Unos metros más adelante, a la izquierda, veremos el cartel que nos indica cómo acceder al mirador de Os Torgás, también llamado Os Balcóns de Madrid. Desde aquí podremos disfrutar de unas magníficas vistas sobre el cañón del río Sil, cuyas paredes se elevan casi 500 m sobre las aguas embalsadas.

Continuando por la carretera que une Parada de Sil con Teixeira y Castro Caldelas nos encontraremos con el cañón del río Mao. El Mao se une con el río Sil en el lugar de Barxacova, y aquí comienza una ruta con características muy singulares. Se trata de un tramo de la PR-G 177 Ruta Canón do río Mao, que consiste en una espectacular pasarela de madera construida a considerable altura sobre el escarpado terreno de la ribera del río, y que nos invita a disfrutar del paisaje. Gran parte de la caminata discurre a la altura de las copas de los árboles, a través de un bosque de robles, castaños, érbedos y laureles. Recomendamos no perderse esta experiencia, ya que la ruta tiene un atractivo muy diferente con respecto a otras rutas de sendeirismo de la Ribeira Sacra.

Regresando a Parada de Sil, tomaremos de nuevo la carretera de Luintra hasta coger el desvío señalizado que nos llevará al monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil, rehabilitado en 2004 como uno de los establecimientos más singulares de la red de paradores.

Volvemos a la carretera principal y continuamos el camino hacia Luintra, capital del municipio de Nogueira de Ramuín, situado a 5 km. Este municipio es conocido popularmente como el lugar de origen de «afiladores y paragüeros». Llegamos al centro de la población, donde hay una glorieta. Desviándonos a la izquierda, iremos en dirección Loña do Monte y Esgos. Tras recorrer poco más de 10 km cogeremos el desvío para visitar el monasterio de San Pedro de Rocas, excavado directamente en la montaña, cuyo origen se remonta al siglo VI. Esta será la última parada del día. En el municipio de Nogueira de Ramuín, en O Pereiro de Aguiar o directamente en Ourense (a unos 20 km) hay distintas opciones de alojamiento.

Día 4º

Nuestro último día de ruta por la Ribeira Sacra comienza en los alrededores del monasterio de San Pedro de Rocas, última parada del día anterior. Por la carretera por la que llegamos desde Luintra tendremos que dirigirnos hacia Esgos. Al llegar al stop de la OU-536 giraremos a la izquierda en dirección A Pobra de Trives. A unos 7 km de Esgos, después de pasar Alto do Couso y la parroquia de Niñodaguia, famosa por su cerámica, llegaremos a una encrucijada. Iremos hacia la izquierda para llegar a Xunqueira de Espadanedo, donde visitaremos el monasterio de Santa María.

Continuamos nuestra ruta y, a unos 6 km de Xunqueira, llegamos al alto de O Rodicio, a 950 m de altitud, desde donde podremos disfrutar de una preciosa vista del valle del Arnoia. Pero si queremos disfrutar de las mejores vistas, tendremos que tomar la carretera que sube a Cabeza de Meda y, tras recorrer 3 km, dejaremos el coche en una explanada para continuar a pie hasta el mirador de Val do Medo.

Seguimos avanzando y, tras recorrer otros 6 km, llegamos a Vilariño Frío, donde podremos detenernos para visitar su puente de origen romano. Para llegar, solo debemos caminar unos quinientos metros por un sendero que puede presentar alguna dificultad durante la temporada de lluvias.

Desde Vilariño Frío a Leboreiro apenas hay a un kilómetro de distancia. En este último lugar, giraremos a la derecha para dirigirnos a Montederramo, del que nos separan 5 km. Allí visitaremos el monasterio de Santa María, en el que destaca el claustro renacentista de la hospedería y el reglar, así como el imponente altar mayor.

Desde Montederramo, continuamos por la carretera que discurre por el lateral del monasterio. Más adelante, a 2,7 km, tomaremos un desvío a la izquierda, en dirección a Marrubio y O Castro de Caldelas. El cruceiro de Marrubio y la capilla de Santo Antón se encuentran a tan solo un kilómetro del desvío, por lo que podremos hacer una parada para conocerlos. Tras esta pausa volvemos por el mismo camino y nos dirigimos a O Castro de Caldelas, situado a unos 16 km. Visitaremos el castillo, la iglesia de Santa Isabel y el santuario da Virxe dos Remedios.

Salimos de O Castro de Caldelas por la carretera OU-903 en dirección Monforte de Lemos. Al pasar el kilómetro 21, en el lugar de Pombar, cogeremos la pista asfaltada a la derecha para acercarnos al mirador de Matacás, que ofrece muy buenas vistas del río Sil y de los bancales en los que se cultivan las vides de Amandi, situados ya en la margen lucense de la Ribeira Sacra. Tras cruzar el puente del río Sil, la carretera discurre entre bancales, pasando por el mirador de Soutochao. Finalmente, para rematar nuestra jornada y esta ruta por la Ribeira Sacra, nos dirigiremos a Monforte de Lemos (situado a unos 28 km de Castro Caldelas).

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