Y, continuando con la temática xacobea, nuestro recorrido prosigue hacia el cabo Fisterra pues durante el auge de las peregrinaciones había quien, después de haber visitado el sepulcro de Santiago, prolongaba su viaje hasta estas tierras para realizar un recorrido marcado en el cielo por la Vía Láctea.
Fisterra fue considerado durante la Antigüedad como el fin del mundo conocido. De hecho, su posición geográfica y los impresionantes atardeceres hicieron creer a Décimo Junio Bruto (general romano que dirigió la conquista de Galicia) que este era, efectivamente, el lugar donde moría el sol. Los alrededores de este cabo han sido un lugar mágico desde antiguo, pues se cuenta que en este lugar se encontraba la Ara Solis un altar donde, según dice la leyenda, los fenicios practicaban el culto al sol. Así pues, os animamos a hacer un recorrido por este rincón de nuestras costas donde la magia del lugar guiará vuestros pasos.