Iglesia de estilo románico de finales del siglo XII. En su planta rectangular se desarrolla una sola nave, de la que sobresale un ábside rectangular. En el interior el espacio entre la nave y el presbiterio se resuelve mediante un arco triunfal apuntado, sobre dos semicolumnas de fuste corto y capiteles ornamentados con entrelazados, volutas y dibujos. En el exterior destacan de sus muros los contrafuertes y las saeteras. La fachada principal fue reconstruida en el siglo XVIII.