Se trata en realidad de un conjunto de edificios indianos levantados en 1920 por mandato de José Acevedo Martínez, dos de ellos se unen para formar la vivienda propiamente dicha. Resulta destacable que la fachada parezca ser de piedra si bien se encuentra recebada con cemento imitando este material. También llama la atención La reja principal de la finca hecha en hierro y con una decoración consistente en las habituales lanzas y flores de lis. A cada lado de esta verja se dispone su respectiva pilastra de ladrillo a la vista coronada con un capitel, lo que nos recuerda al estilo mediterráneo, y que contribuye a transmitir la idea de solidez y estabilidad económica y social.
Forma parte de la Ruta de los Indianos por las parroquias.